La CAM, a un paso de consumar su cuarta ruptura en nueve meses

  • No hay dos sin tres ni, por lo visto, tres sin cuatro. La integración de CAM y Cajastur en Banco Base está a punto de saltar por los aires. Como cuando rompió con Caja Murcia, Caja Madrid o BBK, el presidente de la caja alicantina, Modesto Crespo, no está dispuesto a ser cola de león, a pesar de los problemas financieros de su entidad.
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E.Utrera

La negativa de la CAM a reducir su peso en Banco Base para dejar la mayoría en manos de Cajastur -ahora cada entidad controla un 40%- amenaza con llevarse por delante el proyecto de la tercera caja española por volumen de activos.

Como ya ocurrió tras las negociaciones anteriores con Caja Murcia, Caja Madrid o BBK la pasada primavera, el presidente de la CAM, Modesto Crespo, no está por la labor de ponerse a las órdenes de un jefe. Es decir, de Cajastur.

Es lo que dice la lógica que debería ocurrir, porque las cifras de la entidad levantina en 2010 dejan mucho que desear. Aunque la tasa de mora alcanza ya un insostenible 8,7%, desde el 4,5% del año anterior, la CAM quiere seguir jugando a ganador.

Aunque oficialmente la integración de CAM y Cajastur en Banco Base sigue en pie, en el sector se da por hecho que la operación que crea un grupo con 124.127 millones de euros en activos es insalvable si CAM no accede a jugar un papel secundario. Algo que sí ha hecho Caja España-Duero en su proyecto de fusión con Unicaja.

La postura de Cajastur es clara: solicitar nuevas ayudas públicas para que la entrada en el capital ponga a cada socio en su sitio. Cajastur conservaría un 40%, CAM reduciría su peso al entorno del 25%-27%, un 11% sería para Caja Extremadura, y otro 9% para Caja Cantabria. El resto quedaría en manos del Estado.

En cualquier caso, la situación empieza a ser insostenible. Según fuentes cercanas a Cajastur, el malestar en la entidad va in crescendo. Máxime tras las declaraciones realizadas ayer por el vicepresidente tercero de Caja Mediterráneo (CAM), Armando Sala, que aseguró que "no nos asusta" salir a bolsa a captar capital, en referencia a las exigencias de solvencia que debe cumplir Banco Base.

Una postura que la caja levantina ha defendido en las negociaciones y que desde Cajastur se considera como una utopía. Esta última caja considera que aspirar a salir a bolsa con un socio que representa el 40% del banco y al que se le ha caído un 55% el negocio ordinario y un 11,7% el beneficio atribuido, es sencillamente es imposible. No ve otra salida que solicitar nuevas ayudas publicas.

Tres precedentes

Con la diferencia de que el proyecto de Banco Base –aún no ha recibido los 1.493 millones de euros del Frob- está muy avanzado y de que el lunes acaba el plazo para presentar al Banco de España los planes de capitalización, la CAM está haciendo pasar a Cajastur por la misma senda que abocó al fracaso sus tres anteriores intentos de integración.

CAM rompió con BBK tras negarse en redondo a que la entidad vasca –que tiene uno de los mejores ratios de capital del sector o, lo que es lo mismo, está entre las más saneadas- controlara el hólding resultante.

Crespo también dejó plantado a Caja Madrid porque no estaba dispuesto a aceptar la enorme dilución que su ponía fusionarse con la segunda caja del país.

Y con Caja Murcia hizo lo propio porque no estaba dispuesto a que una caja más pequeña pero con mejores ratios tomara las riendas de la nueva entidad.

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