El as en la manga del Tesoro: colocar menos deuda hasta que amaine la tormenta

  • Con las tensiones que azotan a los mercados, el Tesoro Público ha dado un giro a su estrategia de financiación. Poco a poco, está reduciendo las cantidades de deuda que subasta para poder ahorrar todo el dinero que pueda en el pago de los intereses. Una maniobra que puede realizar tras haber captado más de lo que esperaba en los primeros meses del año, antes de que estallara la tormenta.
El Tesoro coloca 3.000 millones en Letras a tipos más altos
El Tesoro coloca 3.000 millones en Letras a tipos más altos
Ana P. Alarcos

El Tesoro Público ha dado un giro a su plan de financiación. Tras la mala colocación de deuda de hace dos semanas y con la economía española en el ojo del huracán, el organismo ha decidido no complicarse y relajar el calendario para evitar pagar unos intereses desorbitados.

Esta nueva estrategia se basa en fijar unos objetivos de captación mucho más reducidos de lo habitual. En la emisión de letras de ayer, sin ir más lejos, la horquilla prevista se situaba entre 2.000 y 3.000 millones, mientras que, en la de bonos y obligaciones de mañana, el objetivo es captar entre 1.500 y 2.500 millones.

En cambio, a lo largo de este año, sus estimaciones se han movido entre 3.000 y 4.000 millones de euros para la deuda a corto plazo (letras), y de entre 4.000 y 5.000 millones para el medio y largo plazo (bonos y obligaciones). Pero, ¿para qué sirve esta decisión?

"España va muy adelantada en el calendario de emisiones (ya ha colocado casi la mitad de lo que se había previsto para todo el ejercicio) y, gracias a ello, puede ser más flexible en las próximas visitas al mercado y esquivar los intereses altos. Además, no podemos olvidar que, cuanto menor sea el importe que prevé colocar, menor será el margen de error", explica Marián Fernández, responsable de estrategia de Inversis Banco.

El mejor ejemplo de ello se produjo ayer, con el sorprendente resultado de la subasta fue una de las noticias más importantes para el mercado. En concreto, colocó casi 3.200 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, frente a los 3.000 millones que se había propuesto, y contó con una sólida demanda.

Es decir, consiguió que los inversores mostraran un gran interés por comprar nuestra deuda a corto plazo, aunque, eso sí, a costa de ofrecerles unas rentabilidades muy elevadas. Tanto que superaban en un 80% las pagadas por ese mismo tipo de deuda hace apenas un mes.

Y eso que el Banco Central Europeo ha retomado la compra de deuda pública. "Después de cinco semanas de sequía, la institución está comprando otra vez deuda española. Aun no hay datos oficiales, pero el mercado de deuda no suele cambiar con brusquedad. Si hay un descenso pronunciado, es que la máxima autoridad monetaria en la eurozona está detrás", asegura Ignacio Victoriano, experto en renta fija de Renta 4.

Gracias a esta ayuda de la institución, el Tesoro consiguió sus objetivos; la tranquilidad volvió a la bolsa, que vivió uno de sus mejores días en lo que llevamos de año, y la presión sobre nuestra deuda cayó en picado.

Sin ir más lejos, el interés del bono logró cerrar en el 5,88%, un 4% por debajo del nivel máximo que marcó apenas 24 horas antes (6,12%). Mientras tanto, la prima de riesgo de España (que es la distancia que separa la rentabilidad de nuestros bonos de los todopoderosos alemanes) se ha desplomado un 6,1% en ese mismo tiempo, tras alejarse de los 440 puntos básicos que tocó el lunes a los 413 puntos de ayer.

Por si fuera poco, la intervención del BCE tiene un efecto de arrastre. "El movimiento de la institución es importante porque anima a muchos inversores profesionales a entrar en deuda española, porque consideran que, si el propio BCE apuesta por ella es que no hay un riesgo extremo en esa inversión", opinan desde Abante Asesores.

En este sentido, Javier Ferrer, director de la mesa de deuda pública de Ahorro Corporación, asegura que "los fondos de inversión y también los de pensiones se están sintiendo atraídos por nuestra deuda. Es un activo líquido (que se puede comprar y vender fácilmente) y que está dando rentabilidades muy altas; por eso, el volumen de deuda que están comprando está siendo importante".

Ahora bien, que la estrategia del Tesoro Público sea acertada no significa que las próximas subastas de deuda vayan a ser tarea fácil. Es más, "las rentabilidades que paga el organismo para que los inversores compren nuestra deuda podrían seguir subiendo", prevé José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citigroup en España.

Al menos, el primer examen será mañana, con la emisión de deuda a dos y diez años. "Actualmente, están cotizando al 3,6% y al 5,9%, respectivamente. Por eso, todo apunta a que el mercado nos exigirá un interés en esa línea, lo que significa que podría volver a subir la rentabilidad", dice el experto de Ahorro Corporación.

Para evitarlo, España podría volver a repetir la jugada y colocar poca deuda. Y es que esa es su gran apuesta del Tesoro: evitar pagar unos intereses desorbitados.

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