Margallo emprende mañana viaje oficial a Uzbekistán y Azerbaiyán

Belén Anca López

Madrid, 19 abr.- El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, emprende mañana viaje a Uzbekistán y Azerbaiyán, países de Asia Central y el Cáucaso en los que realizará una visita oficial con el objetivo de estrechar las relaciones políticas y de favorecer acuerdos comerciales con estas ex repúblicas soviéticas.

Tashkent, la capital uzbeka, será la primera parada el lunes del jefe de la diplomacia española, que se reunirá con el presidente del país, Islam Karimov, con el viceprimer ministro y ministro de Hacienda, Rustam Azimov, y con su homólogo, Abdulaziz Kamilov, con quien ofrecerá una rueda de prensa conjunta.

También visitará una estación de ferrocarriles. En 2009 la empresa española Talgo, en una visita oficial del entonces ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, cerró un contrato para suministrar vagones de tren para la principal línea férrea de Uzbekistán, entre la capital del país, Tashkent, y Samarkanda.

Al día siguiente, martes, tendrá un encuentro con el ministro de Relaciones Económicas Internacionales, Inversiones y Comercio, Elyor Ganiev, e inaugurará un encuentro empresarial hispano-uzbeko para, a continuación, desplazarse a la milenaria ciudad de Samarkanda, donde se reunirá con el gobernador de esa región.

Samarkanda, junto a otras ciudades de este país como Bujara y Tashkent, está situada en el corazón de la Ruta de la Seda que unió a los comerciantes entre Asia y Europa durante la Edad Media.

Los vínculos entre España y Uzbekistán datan de 1404, cuando el monarca Enrique III de Castilla "el Doliente" envió a su embajador Ruy Gonzáles de Clavijo a la corte de Tamerlán, el señor de Asia Central.

España estableció relaciones diplomáticas con Uzbekistán -la segunda gran república de Asia Central por detrás de Kazajistán- en 1992 a raíz de que el 31 de agosto de 1991 lograra su independencia con la desaparición de la URSS.

Muchos años después, en 2007, Uzbekistán abrió su Embajada en Madrid. Desde septiembre de 1992, España mantiene acreditado en ese país a su embajador en Moscú.

El país euroasiático -que en 2008 suspendió su participación en la Comunidad Económica Euroasiática- sigue despertando en España un atractivo especial por su situación geoestratégica en Asia Central, clave en la producción y el tránsito de energía.

Desde 2008, Uzbekistán ha mejorado mucho sus relaciones con la UE y EEUU y ha cobrado especial importancia en la agenda internacional en la lucha contra el islamismo radical, el tráfico de drogas, el cambio climático y, en el caso europeo, por la aspiración a que Asia Central se convierta en un proveedor de gas natural y le permita diversificar su cartera de países suministradores de energía.

El comercio bilateral es escaso y avanza a base de operaciones puntuales. Así, en los años 2010 y 2011 tuvo lugar un fuerte incremento, debido a la reactivación de los contactos políticos y económicos, principalmente asociados a una visita prevista del Rey Juan Carlos que finalmente no se produjo.

Dos ministros de Exteriores han visitado anteriormente este país: Josep Piqué en el año 2002 y Miguel Ángel Moratinos en 2007, además del Defensor del Pueblo de España Enrique Múgica en 2008.

El presidente uzbeko, Islam Karimov, que permanece aferrado al poder desde la secesión en 1991, también ha viajado oficialmente a España en 2003 y 2009.

Desde la ciudad uzbeka de Samarkanda, el avión Falcon de la Fuerza Aérea española en el que viaja García-Margallo volará a Bakú, la capital de Azerbaiyán, donde el miércoles comenzará una visita oficial de dos días a este país del Cáucaso.

Tendrá una audiencia con el presidente de la República, Illham Aliyev, un encuentro con su homólogo azerbaiyano, Elmar Mammadyarov, y una reunión con el primer ministro, Arthur Rashidzadeh.

El jueves, el ministro celebrará un desayuno de trabajo con la delegación empresarial española, asistirá a una reunión empresarial azerí-española y mantendrá un encuentro con el ministro de Desarrollo Económico, Shahin Mustafayev.

Las relaciones diplomáticas entre España y Azerbaiyán se establecieron en 1991 tras el acceso a la independencia.

La relación bilateral es buena -no existe ningún contencioso-, aunque de contenido limitado, de ahí la común intención de potenciarla.

En los primeros años de su independencia, Azerbaiyán se vio inmersa en una situación de enorme inestabilidad a causa de la guerra contra Armenia por Nagorno Karabaj.

Se trata de un enclave de población armenia situado en territorio azerbaiyano cuya disputa por su soberanía dio pie a una guerra abierta en 1991, cuando Nagorno Karabaj se declaró independiente con ayuda militar de Armenia.

El conflicto entre las dos repúblicas ex soviéticas ha causado desde entonces la muerte a 30.000 personas y provocado un millón de refugiados, según datos de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), a pesar del alto el fuego que rige en la zona desde 1994.