Las inmobiliarias ajustan sus gastos un 38% y dan ejemplo a España SA

  • Las diez inmobiliarias cotizadas de la bolsa española recortaron sus gastos generales y de personal una media del 38% en 2009. Las grandes damnificadas de la crisis han adelgazado a la fuerza sus plantillas y han aplicado políticas de rebajas y congelación salarial.
Enrique Utrera

Las diez inmobiliarias cotizadas de la bolsa española recortaron sus gastos generales y de personal una media del 38% en 2009. Las grandes damnificadas de la crisis han adelgazado a la fuerza sus plantillas y han aplicado políticas de rebajas y congelación salarial.

En pleno debate en España sobre cómo reducir el gasto para conseguir el complejo objetivo de reconducir el déficit público al 3% desde el 11,4% actual, las empresas españolas del ladrillo han tomado la delantera, muy a su pesar. Antes de la crisis, las inmobiliarias no han sido desde luego un ejemplo a la hora de realizar buenas operaciones corporativas -las hicieron tarde y en el pico más alto del ciclo- ni tampoco de cómo gestionar los enormes beneficios acumulados.

Pero ahora, a la fuerza, las primeras víctimas de la crisis financiera y del pinchazo de la burbuja inmobiliaria han emprendido un durísimo programa de ajuste de costes con despidos masivos y ajustes salariales para la alta dirección que tiene mucho que ver con lo que está pasando con la economía real. Sencillamente, las inmobiliarias se han quedado en el chasis.

En 2009, las diez compañías cotizadas –Metrovacesa, Colonial, Reyal Urbis, Realia, Testa, Afirma, Martinsa Fadesa, Renta Corporación, Urbas y Montebalito- han rebajado un 30% sus gastos generales y de personal. Las cifras son elocuentes: el año pasado, estos gastos fueron de 235 millones de euros, frente a los 378,5 millones del ejercicio anterior. Es decir, un 38% menos.

Este adelgazamiento es forzado para un sector en el que algunas de sus grandes compañías se están jugando su futuro estos días en duros y complejos procesos de refinanciación de la deuda. En 2009, las inmobiliarias cotizadas perdieron alrededor de 2.400 millones de euros–alrededor de un 70% menos respecto a 2008- y la facturación descendió en torno al 40%. Unas cifras insostenibles en el segundo gran año de crisis en el sector.

El mayor ajuste es para Martinsa Fadesa, en suspensión de pagos desde julio de 2008. La compañía ha rebajado sus gastos de personal desde los 80,3 hasta los 31,8 millones de euros. Un 60% que se traduce en una reducción de plantilla hasta los 321 empleados frente a los casi 1.100 con lo que terminó 2008. Mientras, el agujero patrimonial del grupo sigue creciendo, hasta algo más de 1.400 millones de euros.

Le sigue Renta Corporación. El grupo catalán especialista en la compra, rehabilitación y cambio de uso de edificios singulares en las grandes capitales fue el primero del sector en ajustarse el cinturón. Tras firmar el año pasado con los bancos el acuerdo de refinanciación de su deuda, ha dado una vuelta de tuerca a su política de gastos. Los de personal cayeron un 56% el año pasado y los generales un 49%. El fuerte ajuste de plantilla y la rebaja y posterior congelación de salarios del equipo directivo tienen la culpa.

Muy cerca del 50% -en el 47,5% exactamente- está también Colonial, que acaba de cerrar el proceso de refinanciación de su deuda. En otro escalón, alrededor del 25% de recorte se sitúan Realia, Urbas y otras dos inmobiliarias en apuros. Se trata de Reyal Urbis y Metrovacesa. La primera, en una delicadísima situación financiera por su deuda de casi 5.000 millones, tiene unos costes de personal de 36,63 millones de euros, sólo superados en el sector por Metrovacesa, que cuenta con los más caros con diferencia: casi 80 millones de euros. Por su parte, Testa, Afirma y Montebalito han rebajado sus costes entre un 10% y un 17%.

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