El Tesoro sigue en racha: coloca más de lo previsto y baja el interés por séptima vez

España sigue aprovechando la tregua del mercado. Y no hay más que echar un vistazo al resultado de la subasta de deuda que ha celebrado el Tesoro Público esta misma mañana para comprobarlo.

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado un total de 4.558 millones de euros en bonos a tres, cuatro y cinco años, 58 millones más del objetivo máximo que se había fijado. Y, además, ha mantenido la buena racha de las seis subastas anteriores al lograr reducir la rentabilidad que paga a los inversores para que éstos compren deuda pública española.

Prueba de ello es que la institución ha adjudicado 2.522 millones en bonos a tres años (con vencimiento el 30 de julio de 2015) a un tipo deinterés marginal del 2,989%.Este rendimiento es un 16,4% inferior al que pagó en la anterior subasta de este tipo de deuda, celebrada el 12 de enero, cuando desembolsó un 3,576%.

Además, ha colocado otros 983 millones en bonos a cuatro años (con vencimiento el 31 de octubre de 2016) a un interés del 3,557%. Esto significa que ha pagado un 12,2% menos que en la emisión precedente de este papel, fechada el 19 de enero.

Por último, ha adjudicado otros 1.053 millones en bonos a cinco años (con vencimiento el 31 de octubre de 2017) a una rentabilidad del 3,70%, que se sitúa un 33% por debajo del que pagó en la subasta anterior.

Como dice Julián Benavente, de CM Capital Markets, "el resultado de la subasta ha sido muy positivo, aunque el efecto de las rebajas de los intereses que ofrece España por su deuda empieza a salir a la luz".

Con estas palabras, el analista explica la caída de la demanda que se ha producido en estas tres subastas. "Los inversores han pedido unos 10.500 millones de euros (es decir, la demanda ha sido 2,3 veces la oferta total), una cifra que está muy bien, pero que no está a la altura de la que consiguió en la anterior emisión a medio plazo, cuando las peticiones rondaron los 18.000 millones", puntualiza.

Estos evidentes síntomas de cansancio del Tesoro parecen haber llegado a la bolsa y a los bonos, donde no hay, de momento, ninguna reacción positiva. La bolsa cotiza con alzas muy suaves, inferiores a las de la apertura, mientras que la rentabilidad de los bonos a diez años y la prima de riesgo han subido respecto a primera hora de la mañana.