La 'hipoteca' de España podría encarecerse 8.000 millones este año

  • Los problemas de la periferia europea están aumentando, poco a poco, el interés que tiene que pagar España por su deuda. Algunos expertos creen que el coste de financiación se puede disparar hasta el 5%, frente al 3,6% del año pasado, lo que supondrá a nuestra economía un coste extra de 8.000 millones.
La deuda del Estado en circulación sube el 14 por ciento en 2010 y pasa del medio billón
La deuda del Estado en circulación sube el 14 por ciento en 2010 y pasa del medio billón
Ana P. Alarcos

Los bolsillos de los países, igual que nos ocurre a los ciudadanos, sufren las consecuencias de las subidas de los intereses. Si a los españoles el repunte del euríbor nos puede encarecer la hipoteca 800 euros este año, a España le va a pasar una factura millonaria la crisis de la deuda soberana.

De hecho, si se cumplen las previsiones de algunos expertos, los agujeros negros de la economía griega, el crash de la banca irlandesa y la reciente caída de Portugal podrían obligar a España a pagar hasta 8.000 millones de euros más por los intereses de su deuda.

El principal motivo es que la rentabilidad media que paga el Estado a los inversores para que compren letras, bonos y obligaciones (deuda a corto, medio y largo plazo), puede incrementarse 1,4 puntos a lo largo de este año. En concreto, podría pasar del 3,6% en que cerró 2010 a una horquilla de entre el 4% y el 5%.

Pero, ¿en cuánto dinero se traduce esta subida? Las cuentas son sencillas. Según los datos del Tesoro, la deuda total de España cerró el mes de abril en 558.445 millones de euros. Si a esta cifra se le aplica un interés del 3,6%, la media del pasado ejercicio, resulta que el Estado tendría que pagar 20.104 millones.

En cambio, si el rendimiento medio termine este ejercicio alrededor del 4%, España se gastará en intereses unos 22.340 millones de euros. Es decir, 2.200 millones más que si se mantuviera la rentabilidad de 2010.

Sin embargo, estos primeros meses del año hacen temer con que se termine más allá del 4%, lo que echaría por tierra los pronósticos del Fondo Monetario Internacional. De hecho, la media que ha pagado España entre enero y abril asciende al 3,79%, por encima de la media del año pasado.

Suma y sigue, porque si se confirma el escenario más extremo y el interés medio se dispara hasta el 5%, la factura a cargo de las cuentas nacionales rozará los 28.000 millones. Es decir, el Estado tendrá que pagar casi 8.000 millones más que con una rentabilidad del 3,6%.

Además, este coste se puede ampliar, ya que España aún necesita captar en el mercado 36.500 millones para hacer frente a las deudas que tiene pendientes en 2011, que rozan los 120.000 millones. Esto significa que, en lo que queda de año, la deuda española aumentará y, con ella, la cantidad que deberán pagar las arcas públicas vía intereses.

No obstante, y a pesar de la dura factura que podría pagar España si se cumplen los peores pronósticos, también es cierto que, en los últimos dos años, nuestra economía ha pagado unos intereses mínimos históricos.

Para hacerse una idea, el 3,6% que pagó el Estado el año pasado fue de la mano con el que pagó Alemania, cuandola locomotora de Europa pagó un 3,5%; nada que ver con el 11% que pagó España en el emblemático año 1992.

Estas fuertes diferencias responden a que, cuando aún existían las pesetas, a España le costaba mucho más caro financiarse en los mercados. Un escenario que cambió gracias a la incorporación de España a la moneda única. De hecho, en el año 2002, la rentabilidad media fue del 5,37% y marcó el nivel más bajo desde 1992.

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