OHL inicia los trabajos de la segunda fase del complejo turístico de Mayakoba

Madrid, 7 ene.- OHL Desarrollos ha comenzado los trabajos de lo que será la segunda fase del complejo turístico Mayakoba, situado en Rivera Maya (México), un proyecto que contempla tres áreas diferenciadas sobre una superficie de 409 hectáreas y para el que se estima que atraiga una inversión de 758 millones de euros.

Esta fase abarca tres áreas principales: vivienda social, residencial y un exclusivo Country club asociado a la fase I de Mayakoba, con un segundo campo de golf y una zona comercial.

El plan maestro de esta segunda fase, que obtuvo luz verde a comienzos de septiembre del pasado año, incorpora infraestructuras y servicios para un máximo de 17.000 viviendas, según datos del grupo.

Para su desarrollo, esta segunda fase se ha dividido en tres zonas diferenciadas. Una primera de 77 hectáreas, integrada con la población de Playa del Carmen, se destinará al desarrollo de vivienda social para satisfacer las necesidades de los trabajadores de la primera fase de Mayakoba y de su entorno.

En la segunda zona, de 143 hectáreas, se desarrollarán viviendas para el segmento medio y medio alto, con dotaciones de servicios, el primer parque urbano de la ciudad, áreas comerciales, equipamiento escolar y zonas deportivas y comunes.

La tercera zona, de 189 hectáreas, proyecta un desarrollo inmobiliario residencial de alto nivel enfocado a la necesidad de primera y segunda vivienda, con un club social, campo de golf y club de playa como principales atractivos que se llamará Mayakoba Country Club.

OHL Desarrollos inició su andadura hace más de diez años con el desarrollo turístico Mayakoba, en el que ha realizado una inversión cercana a los 500 millones de euros (600 millones de dólares).

Centrados en Mayakoba, grupos hoteleros como Fairmont, Rosewood, Banyan Tree y Hyatt están presentes en el proyecto y en su campo de golf, El Camaleón, que fue diseñado por Greg Norman, y alberga el único torneo de golf del PGA Tour que se disputa fuera de Estados Unidos y Canadá.

Antes de comenzar su construcción, la compañía invirtió cuatro años de estudios previos al diseño arquitectónico para garantizar la protección de sus manglares, selvas y dunas.