La organización ha recordado que la aportación española a la cooperación internacional "tan solo alcanza un 0,21%" de la renta nacional bruta (RNB), un porcentaje que, según señala, "no se corresponde con el peso que el país pretende tener en el mundo".
Por ello, ha exigido que los presupuestos para 2018 sirvan para hacer un "giro de timón" en materia de presupuestos para cooperación y que se alcance al menos el 0,3% de la RNB.
La plataforma ha reconocido que la cooperación internacional "contribuye pero no soluciona por sí misma" buena parte de los problemas que afectan al planeta. Sin embargo, sus responsables han insistido en su importancia fundamental de cara a "la erradicación de la pobreza" y la atención a personas en situaciones límite.
En este sentido, recuerda que a la situación mundial actual de crisis de refugiados y migraciones en diversos lugares del planeta se le suman las hambrunas, con 20 millones de personas al borde de sufrir hambre, y numerosas guerras que "se han enquistado", además de otros conflictos que "no acaban de cerrarse aún con acuerdos de paz firmados".
Para tratar de paliar estos problemas, las organizaciones españolas integradas en la Coordinadora de ONGD prestan atención a un total de 35 millones de personas en 105 países, a través de más de 3.600 programas de desarrollo, según se desprende de los datos de la plataforma en 2016.
ESPAÑOLES POR EL MUNDO, COOPERANDO
La ONGD Plan Internacional, que forma parte de la Coordinadora de ONGD de España y cuenta con 1.400 cooperantes españoles colaborando en 70 países, ha puesto como ejemplo a algunos de los voluntarios que trabajan en "las poblaciones más vulnerables del planeta".
Entre estos figura Gonzalo Silla, quien viajó por tercera vez a República Centroafricana el pasado mes de julio para desarrollar nuevos proyectos en el entorno de la capital, Bangui, en una región en la que el conflicto armado es "casi crónico".
"Probablemente haya sido el contexto más duro en el que he trabajado como cooperante. Al terminar el proyecto, como en muchos otros, pensé que ya no volvería a República Centroafricana, y sin embargo, a aquella primera vez llena de dudas le sucedieron una segunda y una tercera vez", ha explicado el cooperante.
Según ha detallado, a la inseguridad y la amenaza constante de la violencia se suman las consecuencias del conflicto, como el hecho de que parte de la población se haya visto obligada a dejar sus hogares, el abandono de los campos de cultivo y la situación de malnutrición de niños y niñas, que tampoco pueden acceder a educación.
Entre los cooperantes españoles figura también Pau Vidal, que colabora con el Servicio Jesuita a Migrantes en Sudán del Sur, uno de los países "más pobres y conflictivos" del planeta, inmerso desde diciembre de 2013 en una guerra civil que ha provocado una situación de inseguridad alimentaria que afecta a la mitad de la población --es decir, a 6 millones de personas-- y que ha provocado grandes movimientos migratorios de personas que abandonan sus hogares.
"Millones de personas pasan hambre porque se han visto obligadas a abandonar sus tierras y no pueden cultivar ni alimenta a sus familias; tampoco pueden comprar alimentos básicos por la enorme subida de los precios", ha explicado Vidal, que insta a los líderes de las facciones enfrentadas a "detener los combates para poder garantizar el acceso de ayuda humanitaria" y a entender que, de no acabar con la guerra, "miles de personas morirán de hambre en un país rico en agricultura y recursos".
LA COOPERACIÓN ESPAÑOLA, VISTA DESDE LOS PAÍSES RECEPTORES
La ayuda que prestan los cooperantes españoles a través de las ONGD sirve para impulsar el desarrollo de los países en ámbitos tan dispares como la alimentación y la salud, la educación, la economía o la cultura.
En este último ámbito, una de la presidenta de la Asociación de Mujeres Tunecinas para la Investigación sobre el Desarrollo, Salwa Kennou, ha señalado la importancia que el apoyo de las ONG internacionales tiene su organización, cuya misión es desarrollar proyectos piloto que sirvan para impulsar la igualdad entre hombres y mujeres en Túnez, un país musulmán que se encuentra "en un proceso de transición a una democracia igualitaria", según la Coordinadora de ONGD.
"Los proyectos que ejecutamos en colaboración con ONG españolas son un instrumento clave en la consecución de nuestros objetivos a favor de esta igualdad", ha asegurado Kennou.
En otras latitudes, el representante de la Academia de la Lengua Maya y del Comité de Justicia de Alta Verapaz (Guatemala) ha explicado que la cooperación internacional con las poblaciones pobres de Iberoamérica no tiene por objeto "regalar nada" sino impulsar el desarrollo "con un poco de apoyo" entre aquellas comunidades
"Si el estado no tiene capacidad o intención de sacar a la gente de la pobreza, creo que es muy necesario que las agencias internacionales de forma altruista pueden apoyar, no para regalar sino para hacer que la gente empiece a reaccionar y a reconstruir con algún apoyo", ha destacado.
En este sentido, ha valorado la actuación en la zona de la ONG Médicos del Mundo, porque ha permitido afrontar la cuestión de la salud como una cuestión transversal, que afecta también a la salud mental y a las relaciones económicas.
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