Bruselas exige a España más reformas para impulsar el crecimiento y el empleo

    • Bruselas augura más recesión económica y más paro para España en 2013.
    • España cerró 2012 con un déficit del 7% del PIB, descontando el impacto de la reestructuración bancaria que hubiera elevado el desequilibrio hasta el 10,2%.

B.P.V.

La Comisión Europeaha venido a rebajar el tono de optimismo respecto del futuro de la economía española que el Gobierno se venía esforzando en insuflar entre la opinión pública y los inversores en las últimas semanas.

En opinión de Bruselas, las constantes vitales de la economía española estarán lejos de mejorar este año y la situación del mercado laboral empeorará hasta el punto de que la tasa de paro se elevará casi un punto desde el 26,02% en que cerró el año pasado hasta el 26,9%.

El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, fue contundente con la situación de España. "El nivel de desempleo es inaceptable", subrayó, antes de enviar uno de esos mensajes entre líneas que caracterizan el lenguaje europeo.

Rehn no pidió de forma explítica nuevas medidas de ajuste, pero sí recalcó que es "imperativo" que España implante nuevas reformas estructurales que permitan favorecer el crecimiento y la creación de empleo".

Es decir, que Bruselas permanecerá vigilante al desempeño del Gobierno español para garantizar que se adoptan las reformas necesarias para estimular el crecimiento y la creación de empleo.

¿Qué ocurrirá si éstas no resultan? Lo normal es que saltara el siguiente nivel de alarma y eso llevaría a una mayor implicación de las autoridades europeas en el diseño de las políticas económicas.

¿Qué pasa con el déficit? ¿Nos dará Europa más tiempo para cumplir? El comisario europeo evitó explícitamente decir algo al respecto. El coste de la reestructuración bancaria y la desconfianza en relación a la efectividad de las medidas adoptadas por el Gobierno para reducir el desequilibrio del sector público (Bruselas espera un déficit del 7,2% en 2014) parecen haber retraído a la Comisión en este aspecto.

El tono del discurso se justifica a partir del diagnóstico que revela el informe de invierno de la Comisión Europea sobre España.

Diagnóstico de la situación de España

En lo que respecta al desempeño económico de España, los expertos de la UE esperan que el PIB caiga en 2013 un 1,4%, exactamente al mismo ritmo en que cayó en 2012 y casi tres veces más que previsión del Gobierno para este año (-0,5%).

La vuelta al crecimiento tendrá que esperar hasta 2014, como también espera el Gobierno, pero será muy tenue y, a priori, insuficiente para crear empleo de forma significativa: 0,8%.

Como dijo hace unos días el presidente del BCE, Mario Draghi, el pronóstico de la economía española continúa siendo reservado.

En realidad, el Ejecutivo comunitario mantiene así los pronósticos que fijó para España en noviembre. En su opinión, no hay nuevos factores que permitan ser más optimista sobre la situación de España.

En relación al empleo, la Comisión Europea espera que el desempleo se sitúe en España en el 26,9% este año, una tendencia al alza que también se dará en el resto de países de la zona del euro y descenderá moderadamente hasta el 26,6% en 2014.

Objetivo de déficit

Bruselas calcula que el déficit público de España cerró 2012 en el 6,7% del PIB, cuatro décimas por encima del objetivo inicialmente planteado para España del 6,3%, aunque sensiblemente por debajo de lo esperado por organismos internacionales e institutos de análisis privados.

El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, aclaró que a la hora de valorar el cumplimiento del proceso de reducción del déficit se fijarán más en los componentes estructurales del mismo, que en los meramente nominales.

Bruselas había fijado unos objetivos de déficit para España del 6,3% para 2012, del 4,5% para 2013 y del 2,8% en 2014, año en el que España ya debería cumplir el límite máximo de 3% establecido por las normas europeas.

No parece que España pueda lograrlo y Bruselas se ha encargado de ponerlo de manifiesto de forma bastante evidente en su informe de previsiones de invierno.

Bruselas, en lo que implica una advertencia indirecta muy seria sobre la necesidad de nuevas medidas de ajuste, señala en sus previsiones que el déficit público de España se irá al 7,2% del PIB en 2013.

Rehn ya había adelantado que Bruselas daría más tiempo para reducir el déficit a aquellos países que hubieran cumplido el esfuerzo de ajuste estructural exigido por la UE y prosiguieran con las reformas para aumentar la competitividad.

Ese concepto de 'ajuste estructural' es el que parece que va a permitir al Gobierno español continuar manejando la situación sin un control más estricto por parte de las autoridades europeas y sin la exigencia de nuevos ajustes, pese al incumplimiento del objetivo de déficit de 2012.

El presidente del Gobierno no se ha cansado de repetir en las últimas semanas que el ajuste estructural realizado por el sector público español el pasado año fue de 3,5 puntos de PIB, como pedía Bruselas, superior al ajuste nominal conseguido, que apenas superará los dos puntos, desde el déficit del 8,9% de 2011 al entorno del 6,9% en que habría cerrado 2012.

El comisario Rehn justificó hace unos días la prevalencia de la reducción estructural del déficit sobre la nominal. "Si el crecimiento se deteriora de forma inesperada, un país puede recibir más tiempo para corregir su déficit excesivo, siempre que haya cumplido el esfuerzo fiscal estructural acordado y haga las reformas estructurales necesarias para apuntalar su crecimiento y sostenibilidad a medio plazo".

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