Modi, 100 días de liderazgo con pragmatismo internacional y cautela económica

  • Narendra Modi ha devuelto a la India la sensación de que un líder gobierna el país en sus 100 primeros días como primer ministro, periodo en el que ha desplegado una gran actividad internacional y cautela en sus decisiones económicas.

Jaime León

Nueva Delhi, 3 sep.- Narendra Modi ha devuelto a la India la sensación de que un líder gobierna el país en sus 100 primeros días como primer ministro, periodo en el que ha desplegado una gran actividad internacional y cautela en sus decisiones económicas.

Precedido de una reputación de buen gestor y pro negocios, el nacionalista hindú Modi logró al frente del Bharatiya Janata Party la primera mayoría absoluta en tres décadas con el eslogan "Buenos tiempos" para la India el 16 de mayo.

Las expectativas de la mayor democracia del mundo se dispararon con el nuevo líder de 63 años, en un país que ha visto como se desinflaba el "milagro indio".

El crecimiento del país se redujo al 5 % los dos últimos ejercicios fiscales tras una década por encima del 8 %, mientras que el Gobierno del Partido del Congreso daba muestras de parálisis, acosado por casos de corrupción y con una gran falta de liderazgo.

Desde su toma de posesión, Modi ha reforzado su imagen de líder fuerte y exigente, algo que el anterior primer ministro Manmohan Singh fue incapaz de transmitir.

"Existe la sensación de que el primer ministro tiene autoridad, de que alguien está al mando, de que alguien asume la responsabilidad", escribió el analista Ashok Malik en una reciente columna.

"Con el Gobierno anterior, existía desde 2011 una ausencia de responsabilidad", añadió Malik.

En su primer discurso del Día de la Independencia, el 15 de agosto, Modi dedicó sus palabras a las violaciones de mujeres, la falta de retretes y la escasa ética de trabajo de los funcionarios, en vez de a grandes proclamas nacionalistas.

El mandatario afirmó que los padres deben enseñar a sus hijos a respetar a las mujeres, algo que parece una obviedad pero los políticos indios rutinariamente culpan a las féminas de las agresiones sexuales por su forma de vestir o por salir de noche.

Sin embargo, en el plano económico, Modi ha sorprendido con una política más recatada de los esperado, sin grandes arrebatos liberalizadores, privatizaciones de empresas estatales, recortes de subsidios públicos o grandes inversiones en infraestructuras.

De su política económica destacan el aumento de la inversión directa extranjera al 49 % en defensa y seguros, y el lanzamiento de un plan para facilitar cuentas bancarias a 75 millones de familias pobres para incluir a los más desfavorecidos en el sistema financiero.

También ha sorprendido la enérgica actividad que Modi ha dedicado a las relaciones internacionales.

A su toma de posesión asistieron los mandatarios de los países que forman la Asociación para la Cooperación Regional del Sur de Asia: Afganistán, Bangladesh, Bhutan, Maldivas, Nepal, Sri Lanka e incluso Pakistán, nación con la que India ha librado tres guerras.

Modi ha viajado a Bután, Nepal, a Brasil a una reunión de los BRICS y más recientemente a Japón, donde ha cerrado inversiones por 35.000 millones de dólares.

Los expertos afirman que Modi trata de cimentar la posición de la India como potencia en el sudeste asiático y limitar los avances de China en la región.

A pesar de su apertura internacional, Modi bloqueó en la Organización Mundial del Comercio (OMC) el acuerdo para reformar los sistemas aduaneros a escala global para facilitar los intercambios comerciales entre países, por diferencias acerca de los subsidios de alimentos.

Si en el exterior el pragmatismo ha sido la nota predominante, en casa los analistas han detectado un giro hacia la ideología "Hindutva", que defiende una India solo para los hindúes, con el resto de minorías supeditadas a ellos.

"La idea de que la India era territorial, ahora se desliza hacia una idea cultural. Indio es lo hindú y lo hindú es indio", dijo a Efe Nilangan Mukhopadhyay, biógrafo de Modi.

"Es una forma de nacionalismo cultural", estimó Mukhopadhyay, que puso como ejemplo las declaraciones del presidente de la organización radical RSS, Mohan Bhagwat, quien afirmó que todos los indios son hindúes más allá de la religión que profesen.

El experto también consideró que es aún pronto para valorar la labor de Modi, por lo que los indios tendrán que esperar para comprobar si se acercan los "buenos tiempos". EFE

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