¿Un sacrificio en balde? El efecto del recorte del 5% a los funcionarios se queda en la mitad

  • Los números no engañan y, año y medio después de la medida que recortó en un 5% los sueldos de los funcionarios, el Estado sólo ha conseguido reducir el gasto en nóminas en un 1,2%. Es decir, que el efecto de aquella medida sobre las cuentas públicas se ha quedado en la mitad.
El déficit hasta noviembre fue del 4,84 por ciento del PIB, mayor al previsto para el año
El déficit hasta noviembre fue del 4,84 por ciento del PIB, mayor al previsto para el año
Álex Medina R.

Tijeretazos los hay de toda condición. Y los seguirá habiendo. Pero en la reciente historia económica de España, el Tijeretazo con mayúsculas fue el que anunció José Luis Rodríguez Zapatero cuando el rescate griego parecía que iba a arrastrar a España consigo, en mayo de 2010.

Ya saben: recorte del sueldo a los funcionarios, congelación de pensiones, adiós al cheque bebé... Una serie de medidas que buscaban ahorrar hasta 15.000 millones de euros, de los que 6.800 vendrían de las nóminas de los empleados públicos (unos 1.500 sólo en el Estado).

¿De qué ha servido el esfuerzo que se le pidió a función pública? Según las últimas cuentas del Gobierno central, de poco. A falta de un mes para cerrar el ejercicio de 2011, el descenso entre lo que el Estado gastó en sueldos y salarios del personal activo en los once primeros meses de 2010 y lo de este año ha sido del 1,2%, de unos 150 millones de euros.

En suma, la mitad de lo que debería haber sido.

Lo explicamos: el ajuste en los sueldos de los funcionarios se aplicó a partir de julio de 2010. En un primer momento, las cuentas recogieron la rebaja y entre el primer semestre del año pasado y el de éste el descenso en la nómina del Estado fue del 5,2%, casi exactamente lo que se aplicó. Suena lógico, ya que se comparaban meses con el tijeretazo en vigor y meses en los que no.

El que se adoptara a partir de julio de 2010 también supondría que, a medida que avanzara 2011, se fuera diluyendo el efecto del recorte porque empezaban a contarse meses en los que ya era efectiva la medida en ambos años.

Pero, como mucho, ese impacto debería haber dejado el descenso anual en un 2,5% (debido a la influencia del 5% del primer semestre y el teórico nulo del segundo semestre).

Nada de nada: al final, el Estado sólo ha conseguido gastar un 1,2% menos en nóminas a lo largo de 2011 (sin contar diciembre, eso sí).

¿La razón? Aunque no hay respuesta oficial, durante el año en curso todavía se han celebrado ofertas públicas de empleo comprometidas antes del tijeretazo (las nuevas condiciones en las oposiciones no les afectaban).

Igualmente, el sindicato de técnicos de Hacienda denunció que la medida no era igual para todos los salarios y que su incidencia era mayor proporcionalmente entre los que menos cobraban.

Sea como sea, el gasto en personal no ha supuesto alivio alguno para las arcas públicas. De hecho, el Estado paga ahora un 2,5% más por este concepto que hace un año, si  bien en esta cifra se incluyen los gastos en prestaciones no contributivas.

Sin él, el aumento se reduce a un 1,4%, según el secretario de Estado, Juan Manuel López Carbajo.

Lejos quedan, en cualquier caso, los 1.000 millones que se esperaba ahorrar y, a cambio, donde sí se ha reducido con fuerza el gasto público ha sido en las inversiones: nada menos que una rebaja del 25% entre ambos años.

Y no todo va a ser malo para la gestión del Gobierno. También destaca en la ejecución de los Presupuestos de los once primeros meses el esfuerzo en la partida de gastos corrientes en bienes y servicios (o sea, desde el coste de las impresoras hasta las facturas de la luz).

En total, la Administración central ha conseguido adelgazar su factura en un 6,6% este año.

La cifra tiene un mérito adicional: a esta partida se suelen imputar los gastos extraordinarios derivados de la preparación y celebración de elecciones. Y este 2011 ha vivido comicios generales, municipales y autonómicos en 13 territorios.

Mostrar comentarios