El desplome de Bankia amenaza con inyectar otros 10.000 millones de déficit

Nuevo golpe del rescate bancario a las cuentas públicas. La valoración que ha obligado Bruselas a hacer de los títulos de Bankia, apenas un céntimo de euro por acción, amenaza con generar este año otro roto en las cuentas públicas.

Según fuentes del FROB, este nuevo precio y las ampliaciones de capital que llevará a cabo el banco reducirá a apenas 12.000 millones el valor económico de todo el grupo BFA/Bankia, frente a los 22.000 millones que ha recibido la entidad de ayudas públicas.

La abismal diferencia entre una y otra cifra, 10.000 millones de euros, es una pérdida que, indirectamente, debe apuntarse el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), al ser el mayor accionista del grupo financiero.

Esto es así porque, cuando culmine todo el proceso de recapitalización de la entidad, el FROB se quedará prácticamente con el 100% de BFA que, a su vez, tendrá en torno al 70% de Bankia.

Al controlar la mayoría del capital, está obligado contablemente a apuntarse las pérdidas o beneficios que tenga su filial, en esta ocasión, el citado desfase de 10.000 millones de euros.

Como el FROB es un vehículo del Estado, éste, a su vez, también está obligado a apuntar los números rojos del Fondo. No obstante, la cuantía en que debe hacerlo depende de los criterios que se negocie con Eurostat.

Este organismo ha demostrado, al menos por el momento, estar dispuesto a imponer los criterios más estrictos a la hora de obligar a los países a reconocer sus desfases, como ha demostrado con las cuentas de 2012.

A la espera de que su decisión sea refrendada el próximo abril, Eurostat ya ha adelantado que España deberá anotarse algo más de 30.000 millones de euros de déficit en las cuentas del pasado ejercicio por los rescates del sistema financiero.

Dicho de otro modo, no ha perdonado ni un euro.

A pesar de este nefasto precedente, desde el FROB prefieren mantenerse cautos y, del mismo modo que reconocen que el Fondo deberá anotarse una pérdida del entorno de los 10.000 millones, rechazan asegurar que ésta vaya a trasladarse de manera lineal a las cuentas públicas y prefieren esperar a negociar con Europa.

En cualquier caso, admiten que, en una cuantía u otra, el Estado deberá responder de la parte que Bruselas considere que le corresponde.

Desde que comenzó la crisis financiera, el rescate a los bancos suma ya unos 38.000 millones de déficit público, debido a los 5.000 millones que tuvo que apuntarse a las cuentas de 2011 y los cerca de 33.000 que deberán llevarse a las de 2012.