Morgan Stanley no alberga confianza alguna en la futura gestión de Nicolás Maduro. Según un informe hecho público por esta entidad financiera estadounidense, el estrecho margen con el que el sucesor de Hugo Chávez obtuvo la victoria en las pasadas eleccciones presidenciales de Venezuela le dará más de un quebradero de cabeza a la hora de gobernar.
"La capacidad de la administración para gobernar con eficacia puede verse limitada por las luchas internas por el poder", asegura el informe. Y es que, de acuerdo con el análisis realizado por la entidad estadounidense en torno al actual escenario político de Venezuela, la lucha se librará entre las dos facciones que coexisten en las filas del Gobierno de Maduro.
Por un lado, Morgan Stanley señala que el bando más "radical" apostará por un "mayor control estatal" y por "el racionamiento de las importaciones", para así evitar una emisión de deuda. Por otro lado, apuntan que el bando más "pragmático" abogará por un modelo "híbrido" entre la economía pública y privada, "con una mayor dependencia de los mercados internacionales de capital para financiar cualquier déficit entre ingresos y gastos".
Morgan Stanley apunta en su informe que de la composición final del ejecutivo de Nicolás Maduro se desprenderá el bando por el que finalmente se decante el mandatario venezolano y las líneas económicas que configurarán su administración. No obstante, mientras llegan estas decisiones, la entidad económica advierte de un "riesgo de parálisis" en un escenario marcado por el deterioro económico.
Una situación que, según la entidad, se ha visto agravada a raíz de la ajustada victoria con que Maduro se impuso en los comicios presidenciales. Así, junto a la alta inflación, la escasez de productos básicos como medicinas y alimentos, Morgan Stanley señala que el nuevo gabinete habrá de afrontar la escasez de divisas como principal reto en el corto plazo. "Los años de la heterodoxia política han disminuido la capacidad de producción, incluyendo la capacidad en sectores vitales como la agricultura, forzando una mayor dependencia de las importaciones", apunta el informe, donde se dice que la caída en la producción y exportación de petróleo como grandes razones de la reducción de ingresos en las arcas estatales de Venezuela.
Con sus previsiones, Morgan Stanley ha comenzado una guerra de cifras con el Banco Central de Venezuela y con el ejecutivo nacional. Así mientras la firma estadounidense sitúa la inflación del país en el 26,2%, el Gobierno prevé que esa cifra estará entre el 14 y el 16%. Y, por si fuera poco, la principal entidad bancaria de Venezuela echa más leña al fuego y pone en entredicho los datos del ejecutivo ya que, según sus datos, solo en el primer trimestre del año la inflación llegó al 7,9%.
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