Arturo reestructurará su negocio para hacer frente a 50 millones de deuda

  • La empresa de restauración Grupo Arturo Cantoblanco arrastra una deuda de 50 millones de euros, principalmente con la Administración, que le ha llevado a solicitar el preconcurso de acreedores, y que obliga al grupo a reestructurar su negocio con la modernización de las unidades no productivas.

Madrid, 17 jun.- La empresa de restauración Grupo Arturo Cantoblanco arrastra una deuda de 50 millones de euros, principalmente con la Administración, que le ha llevado a solicitar el preconcurso de acreedores, y que obliga al grupo a reestructurar su negocio con la modernización de las unidades no productivas.

Según ha afirmado a Efeagro el empresario madrileño y presidente del grupo, Arturo Fernández, la reestructuración de la empresa se realizará sin suprimir ningún puesto de trabajo.

"Esta empresa ha sufrido una crisis como todos los empresarios españoles y ahora tiene que modernizarse para adaptarse a los nuevos tiempos", ha señalado Fernández.

A su juicio, la coyuntura económica ha sido "el principal factor" que ha llevado al grupo a esta situación, con caídas de ventas de hasta el 50 % en algunos establecimientos y saldos negativos en los últimos dos años.

El empresario, vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y presidente de la patronal madrileña CEIM, ha asegurado que en este proceso el grupo conservará sus 1.880 empleados, aunque las empresas que acumulan más pérdidas se verán obligadas a hacer cambios sustanciales para ser viables.

En este sentido, ha detallado que la rama de restaurantes en colectividades y, en concreto, concesiones como las de Ifema o Club de Campo han sufrido grandes pérdidas con costes muy elevados, que han "deteriorado" las cifras del grupo, que no ha logrado "la suficiente financiación" a pesar de un intento de ampliación de capital.

Sin embargo, ha recordado que no todas las empresas del grupo han entrado en el preconcurso, como es el caso de los establecimientos en colegios.

En cuanto a la negociación de los aplazamientos de pago, ha apuntado que "se ha llegado a un acuerdo con las administraciones con un plan de pagos preestrablecido, que se está rematando".

Al acogerse al artículo 5 bis de la Ley de Concursal y solicitar el preconcurso, el grupo tiene un plazo de cuatro meses para su reestructuración y evitar así declararse insolvente.

Según Fernández, esta nueva Ley supone "una protección para las empresas", para poder negociar y evitar que ningún acreedor pueda presentar un concurso necesario, así como "dar una segunda oportunidad a las empresas en dificultades para que sigan trabajando con proyectos viables".

El proceso de remodelación previsto por el grupo incluye una renovación total de la cúpula directiva, que ya comenzó hace unas semanas con la incorporación del economista y abogado Antonio Arenas como consejero delegado, con la fórmula "management by out", que supone un nuevo reparto en el accionariado de la empresa.

Con esta fórmula, los directivos de la empresa pasan a hacerse cargo de una participación mayoritaria del grupo, quedando Arturo Fernández como socio mayoritario dentro de los minoritarios.

Arturo Fernández se plantea incluso "un cambio de marca", tras 115 años de continuidad, por otra más moderna que se adapte a los nuevos tiempos".

"Esto es parte del día a día de una empresa; es un proceso natural del que no hay que sentirse avergonzado y puede dar al grupo una 'second chance' para salir reforzada", ha resaltado.

El grupo Arturo Cantoblanco cuenta con 135 establecimientos de hostelería y restauración, entre los que hay colegios, hoteles, restaurantes, cafeterías y gimnasios, y ofrece un servicio de unas 30.000 comidas diarias.

El Congreso de los Diputados retiró hace unos meses la concesión de su cafetería al grupo, que mantenía este servicio desde los años noventa y que ahora está en manos de la empresa Eurest.

Mostrar comentarios