De exdirector de un fondo de alto riesgo a criador de gallinas por culpa de Goldman Sachs

  • Marc Cohodes testifica contra el banco de inversión más poderoso y polémico del planeta, al que acusa de arruinar a su empresa, Copper River Partners, incumpliendo los términos de su acuerdo de inversión. La compañía perdió 1.500 millones de dólares y Cohodes acabó trabajando de granjero en California.
De exdirector de un fondo de alto riesgo a criador de gallinas por culpa de Goldman Sachs
De exdirector de un fondo de alto riesgo a criador de gallinas por culpa de Goldman Sachs
Twitter / AlderLaneeggs
Roberto Arnaz

Antes de que la crisis financiera golpeara Wall Street en septiembre de 2008, Marc Cohodes era un reputado inversor, que con su olfato para los negocios, había construido un exitoso fondo de alto riesgo, Copper River Partners, de más de 1.500 millones de dólares. Ahora está arruinado y en su cabeza hay un solo culpable: Goldman Sachs.

Cohodes contaba con el banco de inversión estadounidense como bróker en la mayoría de sus operaciones hasta que en otoño de aquel año la poderosa y polémica entidad financiera traicionó su confianza e hizo quebrar el 'hedge fund' que había dirigido durante casi un cuarto de siglo.

Al menos así lo defiende el exinversor, que trabaja como criador de pollos desde que la operación fallida con Goldman le dejó en la ruina. Cohodes cambió el ajetreo de los mercados por la tranquilidad de una granja al norte de California. Ya nunca se pone un traje. Viste con forro polar, pantalón vaquero y 'chanclas' Crocs, en las antípodas de los estándares de la moda de Wall Street.

En los últimos tres años ha aprendido a olvidarse de si las acciones suben o bajan. Sin embargo, aún le queda una cuenta pendiente con la capital financiera del mundo: desenmascarar las maniobras poco claras de Goldman Sachs, a la que ha demandado acusándola de incumplir los términos de un acuerdo de inversión, lo que provocó la quiebra de Copper River Partners.

Al margen de la ley

Según el extiburón de Wall Street metido a 'pollero', su fondo pagó a Goldman Sachs 100 millones de dólares para que realizaran en su nombre una operación a corto sobre unos títulos concretos. Cohodes ordenó esperar a que el precio de las acciones cayera para formalizar la compra, y con ello obtener una mayor rentabilidad.

Pero, según defiende, los gestores del banco estadounidense rompieron el pacto y esperaron más tiempo de la cuenta. El precio de las acciones se disparó y la operación acabó ocasionando fuertes pérdidas a su empresa. La maniobra, aunque legal, provocó a Copper River Partners un agujero multimillonario y condenó al fondo a la desaparición.

"Goldman Sachs es una entidad que chantajea a sus clientes y que hace todo lo posible para ganar dinero, sin conciencia ética y sin preocuparse de las consecuencias", ha denunciado Cohodes en las páginas de 'The New York Times'. Para el exinversor "tienen una enorme sangre fría y no les importa la ley".

El principal testigo

Aunque Goldman Sachs ha tratado de desmentir a su cabreado excliente, Cohodes se ha convertido en uno de los testigos más importantes en un proceso contra los principales bancos de inversión de Wall Street, a los que se acusa de manipular los mercados a su conveniencia.

"Funcionan como una mafia", ha recalcado el fundador de Copper River Partners en su declaración ante el tribunal, según ha podido saber la web de información económica Business Insider.

Michael DuVally, portavoz de Goldman Sachs, ha salido en defensa del banco: asegura que todas las acusaciones de Cohodes "son un error" y que la actuación de la entidad fue impecable "de acuerdo con la legislación".

DuVally defiende que la quiebra de Copper River se produjo "por la inestabilidad que vivieron los mercados financieros" durante el mes en el que quebró Lehman Brothers. Ahora será un juez el que decida quién tiene razón.

Mostrar comentarios