La Justicia australiana exime de culpa a un proveedor de Internet por descarga ilegal

  • Sídney (Australia).- Un juez australiano desestimó hoy la demanda de varias productoras cinematográficas contra un proveedor de Internet cuyos usuarios descargaban archivos ilegales, un fallo que puede sentar precedente en la industria.

Grandes productoras pierden un juicio por descargas ilegales en Australia
Grandes productoras pierden un juicio por descargas ilegales en Australia

Sídney (Australia).- Un juez australiano desestimó hoy la demanda de varias productoras cinematográficas contra un proveedor de Internet cuyos usuarios descargaban archivos ilegales, un fallo que puede sentar precedente en la industria.

La sentencia afecta a un total de 34 estudios, entre los que se hallaban las filiales locales de Universal Pictures, Warner Brothers y 20th Century Fox, que habían denunciado a la compañía iiNet por haber supuestamente violado sus derechos de propiedad intelectual.

Además, muchos expertos creen que el dictamen del magistrado del Tribunal Federal Dennis Cowdroy sentará jurisprudencia permitiendo eximir de responsabilidad a proveedores de Internet en todo el mundo por las acciones ilegales que sus clientes realicen a través de sus sistemas.

Desde junio de 2008 hasta agosto del año pasado, miles de suscriptores de iiNet obtuvieron de forma ilícita copias ilícitas de casi cien películas y series de televisión de reciente estreno como "El caballero oscuro", "Transformers" o "Heroes",

El consorcio de 34 productoras -que incluye varias de Hollywood- advirtió en repetidas ocasiones a la empresa de que las descargas representaban una vulneración de su copyright, pero el proveedor no tomó ninguna medida contra sus clientes.

Sin embargo y pese a que iiNet tenía conocimiento de las actividades de sus usuarios, Cowdroy explicó en su fallo de más de 200 páginas que es "imposible" hacer responsable del delito al proveedor de Internet.

La empresa expresó su satisfacción por la sentencia y afirmó que es clave no solo para ellos, sino para toda la industria.

"Ni ahora ni en el pasado hemos apoyado, autorizado o promovido compartir o descargar archivos de manera ilegal en violación de las leyes de propiedad intelectual", indicó Michael Malone, director general de iiNet, que en esta ocasión gozó del respaldo de sus dos máximos rivales en Australia, Optus y Telstra.

Malone ofreció su colaboración a los estudios para explorar juntos fórmulas a través de las cuales las internautas puedan acceder de forma legal a los contenidos protegidos por derechos de autor.

Por su parte, la Federación Australiana Contra el Robo del Copyright (AFACT), que representa en el caso a la industria cinematográfica, se quejó de que el juez recurrió a un tecnicismo legal para echar por tierra su demanda.

En vez de constatar un delito, Cowdroy "interpretó cómo ocurren las vulneraciones de la propiedad intelectual y la capacidad de iiNet para contrarrestarlas", aseguró el director de AFACT, Neil Gane, quien dijo que estudiarán en detalle la sentencia antes de presentar un recurso.

Las productoras alegaban que la empresa cometió una infracción al no haber impedido que su sistema fuera empleado para transmitir y almacenar las copias ilegales.

AFACT exigía que iiNet fuera obligada a vigilar la actividad de sus usuarios e impedir que descargaran archivos de manera ilícita bajo amenaza de cortarles la conexión si se empeñaban en continuar pirateando largometrajes.

El magistrado admite que la empresa no tomó ninguna medida para detener la actividad de los piratas, pero consideró que eso no constituye un crimen, pues a su juicio el proveedor carece de medios para hacer cumplir la ley.

"Las pruebas establecen que iiNet no hizo más que ofrecer a sus usuarios un servicio de acceso a Internet", añadió Cowdroy.

Su sentencia reconoce que la descarga ilegal de archivos a gran escala en Internet es un problema, pero no puede actuar contra la compañía "solo porque hay que 'hacer algo' para solucionarlo".

El juicio fue el primero en Australia retransmitido a través de la red social Twitter, gracias al permiso de Cowdroy.

"Desde el principio, este proceso ha generado mucho interés en el país y en el extranjero, tanto en la comunidad legal como entre el público en general (...) y ha sido muy conveniente que se haya resuelto un caso de propiedad intelectual en Internet", afirmó el juez.

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