Ocho barreras a la actividad emprendedora que la ley del Gobierno debería derribar

    • Las dificultades para conseguir financiación constituyen el principal obstáculo para el lanzamiento y la consolidación de los proyectos emprendedores, según los expertos
    • Apenas el 40% de los emprendedores admiten haber recibido algún tipo de formación específica y se echa de menos un mayor respaldo institucional

El exceso de cargas administrativas es uno de los principales obstáculos a la actividad emprendedora que identifican los expertos.
El exceso de cargas administrativas es uno de los principales obstáculos a la actividad emprendedora que identifican los expertos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el pasado miércoles la aprobación en el Consejo de Ministros de este viernes de la Ley de Apoyo a los Emprendedores.

La norma contempla un paquete de medidas fiscales, administrativas y financieras para fomentar la actividad emprendedora entre los españoles, impulsar nuevos canales de financiación y mejorar sus probabilidades de éxito de los proyectos.

Según el panel de expertos que todos los años contribuyen a elaborar el principal informe sobre el emprendimiento en España, el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), éstos son los ocho principales déficits que la norma gubernamental debería resolver:

1. Ausencia de formación emprendedora en la etapa escolar. Según los datos del GEM, apenas el 40% de los emprendedores han recibido formación específica en materia de emprendimiento. Este porcentaje, además, presenta una acusada tendencia a la baja por la proliferación de personas que emprenden por necesidad, no por vocación, y por el estancamiento de la oferta formativa como consecuencia de los recortes presupuestarios. Conviene recordar que la formación emprendedora no forma parte de los currículos oficiales del sistema educativo en España.

2. Problemas de financiación. La falta de apoyo financiero es el principal obstáculo que identifican los expertos para el desarrollo de la actividad emprendedora en España. El 70% de los emprendedores necesitan de financiación externa para poner en marcha sus negocios y la falta del implicación del sector financiero o de otros cauces profesionalizados que podrían ser utilizados para reducir la dependencia del crédito bancario, como el capital riesgo o los business angels, condiciona mucho el desarrollo de los proyectos.

Según el GEM, la mayoría de los emprendimientos que se pusieron en marcha en España en 2012 se lanzaron gracias a la inversión realizada por los propios emprendedores con el respaldo a fondo perdido de sus familiares o amigos, un mecanismo de financiación ciertamente inestable. Este frágil marco financiero condicionó también el capital semilla medio con el que partieron estos proyectos, que en 2012 fue de 18.000 euros (en 2011 había sido de 30.000).

3. Un estándar social y cultural poco propicio. Según el último Observatorio de Inserción Laboral de los Jóvenes que elabora anualmente el Instituto Valenciano de Investigación Económica, sólo uno de cada cien jóvenes españoles optan por lanzarse por su cuenta a la hora de tener su primera experiencia laboral. Es más, apenas un 5% se plantea la posibilidad de dar ese paso. Estos datos muestran bien a las claras la escasa inclinación de los españoles a emprender. Sacar una plaza de funcionario continúa siendo el sueño laboral de un 60% de los españoles. ¿Se puede cambiar esto con una ley?

4. Escasa base tecnológica. Apenas un 10% de los proyectos emprendedores tienen una base tecnológica media o alta. Es cierto que este porcentaje se ha incrementado en más de un 50% en los últimos años, pero continúa siendo reducido respecto a otros países y, según los expertos del GEM, sería necesario que se incrementara aún más para mejorar la competitividad de los proyectos y su capacidad de internacionalización.

5. Barreras en el mercado interno. Afectan en dos niveles. Por un lado, a la expansión de los proyectos emprendedores exitosos por la diversidad de normas autonómicas existentes en el territorio nacional que desincentivan el impulso emprendedor; y también por la dispersión de mecanismos de fomento y asesoramiento a emprendedores. La falta de coordinación entre las instituciones que ofrecen respaldo al emprendedor y los profesionales cualificados que les dan asesoramiento constituye, a juicio de los expertos, un despilfarro de recursos.

6. Difusa normativa sobre propiedad intelectual. Desincentiva, además, los proyectos de emprendimiento más innovadores, por su naturaleza limitativa y su escasa claridad en algunos conceptos.

7. Escaso respaldo fiscal y excesiva burocracia. Según los expertos, el marco ideal sería uno en el que la Administración permitiera a los emprendedores iniciar su actividad sin tener cargas fiscales, sociales o administrativas hasta alcanzar un determinado nivel de facturación. Ese marco no existe hoy en día y los emprendedores deben enfrentarse a trámites de inicio de la actividad, petición de licencias y controles administrativos que inhiben su iniciativa, y a cargas fiscales que compromente la consolidación de sus proyectos empresariales.

8. Falta de apoyo institucional al emprendimiento. Así, en general, una carencia que se observa desde la ausencia de la formación para el emprendimiento en la etapa educativa hasta la inexistencia de fórmulas financieras específicas para los proyectos emprendedores o el mantenimiento de un marco administrativo que desprotege a los emprendedores que no han tenido éxito en sus proyectos o que carece de estímulo fiscales, económicos y financieros a este tipo de actividad.

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