El recibo de la luz ha subido en España más de un 70% desde 2007

España es el cuarto país europeo con el recibo de la luz más alto, por detrás de Dinamarca, Alemania e Italia, según la oficina de estadística comunitaria Eurostat. La media en la UE se situaba a finales de 2014 en 0,205 euros por KWh (Kilovatio/hora), mientras en España cuesta 0,225.

En realidad, España está en el sexto lugar, por detrás también de Irlanda y Chipre, pero la comparación con estos países no es homogénea al tratarse de islas, en las que el transporte de la energía encarece su coste.

El recibo de la luz ha registrado en España un incremento del 11,4% en los siete primeros meses del año con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tras experimentar un alza del 3,4% durante el mes de julio, según Facua-Consumidores en Acción. Una subida que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) rebaja en una décima, hasta situarla en el 3,3 por ciento, como ayer les contaba lainformacion.com. Sin embargo, como el recibo es bimestral, persiste la incertidumbre sobre el recibo, porque la factura subió cerca de un 8 por ciento (7,98) en junio, un porcentaje que la CNMC ha vuelto a reducir hasta el 5,26 por ciento respecto al mismo mes de 2014.

¿Qué es lo común a los países con electricidad más cara en la Unión Europea? La apuesta por las renovables y el frenazo a la energía nuclear. Francia, que no está entre los países más caros, ha decidido apostar por las renovables, tras muchos años centrada en la nuclear, y la consecuencia ha sido inmediata: es el país donde más está subiendo la factura doméstica, según Eurostat.Decisiones alemanas, modelo de Podemos

Dinamarca, la nación más cara de la Unión, hace años que lleva invirtiendo en energías renovables, y en Alemania, la segunda, las protestas que sucedieron al desastre de Fukushima en 2011 llevaron al Gobierno de Merkel a ordenar el cierre de las ocho centrales nucleares más antiguas del país (construidas antes de 1980) y a programar el cierre de las nueve restantes para 2022.

Autores vinculados al Observatorio Crítico de la Energía, afín al círculo de Economía, Energía y Ecología de Podemos, han señalado que los notables cambios en Alemania, es decir, la reducción a la mitad de la generación nuclear y el desarrollo de las renovables no han ocurrido por arte de magia sino como resultado de aplicar políticas y normativas apropiadas. A su juicio, "las políticas de apoyo a las renovables suponen un coste que los consumidores eléctricos deben asumir".Retos en España

El aumento del precio de la luz desde 2007 a 2014 en España ha sido superior al 70 por ciento, incluso cerca del 75 por ciento, según el consenso de analistas. Y es innegable que los sobrecostes "políticos" (peajes e impuestos) han contribuido notablemente a encarecer esta factura de los hogares durante años.

En el segundo semestre de 2007, cuando estalló la crisis financiera, el recibo en España era más bajo que la media de la zona euro y la UE, situándose en el puesto 10 del ranking europeo. En consecuencia, puede afirmarse que el precio de la luz casi se ha duplicado desde principios de la pasada década, coincidiendo con el inicio del apoyo estatal a las energías renovables.

Ahora parece llegado el momento de rebajar de una vez la factura energética doméstica para los españoles. Si se eliminaran los sobrecostes de los hablamos (primas, subvenciones y altos impuestos), el recibo de la electricidad se reduciría a la mitad, aseguran expertos, por ejemplo el Dr. David Robinson, Senior Research Fellow del Oxford Institute for Energy Studies, quien ha subrayado el impacto político en el precio energético: "Más del 50 por ciento de la factura de la luz se debe a las políticas públicas".

El Gobierno español ha acometido reformas, y acaba de anunciar una rebaja del 4 por ciento en la parte regulada del recibo de la luz. La pregunta es si va a ser suficiente.