Estados Unidos: El paraíso de los emprendedores

  • Steve Jobs o Bill Gates, que comenzaron sus aventurasen un modesto garaje o, más recientemente, MarkZuckerberg, fundador de Facebook, una red social que cuentacon más de 500 millones de usuarios y un valor aproximado de33.700 millones de dólares, son claros ejemplos del espíritu emprendedor estadounidense.
Estados Unidos: El paraíso de los emprendedores
Estados Unidos: El paraíso de los emprendedores
Reuters
Enric Martínez / Revista Capital

Consulta la entrevista original en www.capital.es

El cruce de la calle Houston con Broadway, en la archiconocidaisla de Manhattan, se ha convertido en unhervidero de turistas que inundan la multitud de tiendasque invaden el corazón del Soho neoyorquino. Entrelos fornidos modelos de Hollister, los trapos de Kenneth Coleo la lencería de Victoria´s Secret, en un modesto edificioque se codea con establecimientos como Adidas o UrbanOutfitters, gestiona su compañía Ben Kaufman, un joven de23 años.

Quirky.com es su tercera empresa. Se trata de unaplataforma online que permite a personas de todo el mundodesarrollar, construir y distribuir sus productos. Y Quirky.comes sólo el resultado de la extensa carrera profesional de sufundador. Sin estudios universitarios y desde su periplo porel instituto, Kaufman comenzó desde adolescente a convertiren realidad los modelos de negocio que rondaban por su cabeza.

"Ha sido una larga andadura de cinco años. Primerofundé Mophie, una compañía de accesorios para el iPod. Mástarde Cluster, un negocio de colaboración tecnológica. Y finalmente,Quirky fue el resultado de una tormenta perfecta deambas ideas", explica este joven emprendedor.A día de hoy, Quirky podría calificarse como el ejemplo perfectode la multitud de pequeñas compañías tecnológicas quenacen en la costa Este norteamericana, en lugar del mítico SiliconValley. Un negocio que comenzó con una inversión inicialde 1,6 millones de dólares y que ya ha conseguido captar hastaseis millones de dólares gracias al capital riesgo. "Conseguimosfinanciar los primeros pasos de la empresa gracias a la confianzade amigos y familiares que nos prestaron el dinero", aclaraKaufman.

¿Un chaval de 23 años al frente de una compañía con unafinanciación millonaria? Esto puede chocar en España, pero noen EEUU, donde el espíritu emprendedor se respira a lo largoy ancho del país y donde el 52% de los puestos de trabajo dentrodel sector privado está generado por la pequeña y medianaempresa. El caso de Kaufman se repite hasta la saciedad en lahistoria empresarial de Estados Unidos.

Basta recordar casoscomo los de Steve Jobs o Bill Gates, que comenzaron sus aventurasen un modesto garaje o, más recientemente, de MarkZuckerberg, fundador de Facebook, una red social que cuentacon más de 500 millones de usuarios y un valor aproximado de33.700 millones de dólares.

Así que, con este espíritu emprendedor, es lógico que uno delos principales pulmones de la primera potencia del mundoesté en las pymes: las 29,6 millones de pequeñas y medianasempresas que existen, según datos de la Administración de PequeñasEmpresas (SBA por sus siglas en inglés) son responsablesde más de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) privadoy no agrícola del país. Además representan el 99,7% detodas las compañías que generan empleo.

Las pymes han sido una fuente continua de dinamismopara la economía norteamericana. En los primeros cinco añosde la década de los 90, crearon las tres cuartas partes de lospuestos de trabajo. Así que más vale cuidarlas. El propio Congreso,consciente de esta necesidad, apoyó ya en 1953 la creaciónde la SBA para promover la asistencia financiera y educativaque las pymes necesitaran. Además, el 35% de los contratosfederales se reservan para pymes, mientras que en un añoconvencional, sin crisis y recesión de por medio, el gobierno deEEUU garantiza más de 10.000 millones de dólares en préstamos,cifra a la que se suele sumar el capital riesgo con otros2.000 millones de dólares más. Eso sin olvidar los cerca de26.000 millones de dólares en créditos con tipos de interés bajosaprobados para los negocios afectados por catástrofes comoel huracán Katrina o, más recientemente, el vertido de BritishPetroleum en el Golfo de México.

Bud Konheim, consejero delegado de Nicole Miller Inc, elgrupo de boutiques que engloban la compañía de la célebrediseñadora norteamericana, resume a la perfección el espírituemprendedor que reina en el país: "Las grandes compañías notienen por qué ser las mejores". Konheim tiene una amplia experienciaen la industria de la moda, donde empezó en 1982 con un capital de 100.000 dólares. Y desde luego tiene claro elvalor de lo pequeño. "El problema con las grandes firmas quesalen a bolsa es que son esclavas de sus inversores y se ven obligadasa aumentar su margen de beneficio en un 20% continuamente".

Por esta razón, el primer ejecutivo de Nicole Millerinsiste en que su empresa no venderá su alma al diablo y protegerácon recelo su pequeño tamaño e independencia.¿Se podría replicar el modelo estadounidense en España? Puesparece que, tal y como están las cosas, la respuesta sólo puedeser negativa. En primer lugar, por razones casi psicológicas osociológicas: en EEUU, la falta de éxito de un negocio no conllevaningún estigma social y se toma como una de las mejoreslecciones empresariales, apunta un estudio realizado por DiamantoPolitis, profesor de la Escuela de Economía y Negociosde la Universidad de Lund. Sólo en 2008, en EEUU un total de595.600 compañías echaron el cierre y sólo siete de cada diezcreadas por aquel entonces han sobrevivido más de dos años.

¿Aguantaría el empresariado español tanto nivel de fracaso?Difícilmente, salvo que cambie su mentalidad.

Otro factor diferencial es el proceso burocrático y sucoste. Crear una pyme en España consume unos 47 días e implicallevar a cabo diez procedimientos distintos. El precio paraponerla en marcha supone el 15% de los ingresos per cápita delpaís, con un capital mínimo de 3.000 euros, según datos delBanco Mundial.

En EEUU, bastan seis días y seis simples operacionespara poner en marcha una empresa, con un coste queapenas es el 0,07% de los ingresos. En la ciudad de Manhattan,cuna del capitalismo por excelencia, para crear una corporation(el equivalente a la sociedad anónima española) hay que pagar195 dólares y se puede obtener la autorización en 24 horas encasos de urgencia. Si se prefiere una LLC (equivalente a unasociedad limitada), el coste es de 200 dólares.

Otro hecho diferenciales que la SBA apoya a las minorías, especialmente alos afroamericanos, asiáticos e hispanos, a través de distintosprogramas. Un estudio elaborado por Robert Fairlie en 2008puso de manifiesto que los emprendedores inmigrantes generaronel 12% de los ingresos totales de las empresas de EEUU.Bajo estas circunstancias y con las trabas que surgen en España,algunos de los empresarios más jóvenes y aguerridos no handudado en saltar el charco.

Luís Álvarez, director general deWonderland Group, hizo las maletas en 2006, en plena cúspidede su carrera, para probar suerte en la Gran Manzana. Su aventuraculminó con la rubrica de un contrato en exclusiva con elteatro Manhattan Center. "Vienes con mucho miedo. Al tomarla decisión de dejar una empresa que rueda muy bien, sientesque quizá con tu ausencia las cosas podrían dejar de funcionar",dice. Dueño del Teatro Häagen-Dazs Calderón de Madrid,Álvarez ha producido, dirigido o presentado en su teatro espectáculosteatrales de la talla de Queen's, We Will Rock Youo Fame the Musical. Aquí, en la cuna del musical, en la GranManzana, su consagración vino de la mano de 101 Dálmatas.Una prueba más de que, en EEUU, los sueños se hacen realidad.Eso sí, hace falta un buen plan de negocio y, sobre todo,saber trabajar duro.

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