Se acabó la tregua: los depósitos vuelven a ganar la mano al Tesoro

  • Ni la Ley Salgado, que limita la remuneración de los plazos fijos, ni la todavía elevadísima prima de riesgo han podido evitar que las entidades ofrezcan depósitos a un interés muy superior al de las letras del Estado.

La relajación que han experimentado los bonos y las letras del Tesoro en la última semana han permitido a los depósitos bancarios recuperar con holgura el trono de la rentabilidad.

Ni la Ley Salgado, que limita la remuneración de los plazos fijos, ni la todavía elevadísima prima de riesgo han podido evitar que entidades como Oficinadirecta o Bankinter ofrezcan un interés superior al que concede la deuda pública.

El mejor termómetro para este tipo de comparaciones está en el plazo de 12 meses. Pues bien, si la semana las letras del Tesoro a un año se colocaban en torno al 3%, en el mercado de los depósitos podríamos encontrar intereses muy superiores para el mismo plazo.

El más claro ejemplo es el Depósito Bienvenida de Oficinadirecta, que encadena ya dos meses ofreciendo un interés que rompe el mercado, un 4,25% TAE. Y todo esto como parte del Grupo Banco Popular, uno de los más solventes de Europa, según Goldman Sachs, y por tanto, sin correr el riesgo que se presupone a las altas rentabilidades.

Pero si nos fijamos en las ofertas a menos plazo, la diferencia es aún mayor. Las letras del Tesoro a 6 meses, por ejemplo, se están colocando a un interés del 1,8%, cuando en los bancos podemos encontrar depósitos que remuneran al 4,50%, como es el caso del Depósito Smart de Bankinter (sólo contratable desde smartphone o iPad y limitado a 15.000 clientes), o bien al 4% TAE, como está haciendo ING Direct en su Depósito ING a 6 meses.

Ahora bien, conforme vamos subiendo el plazo, las diferencias se van diluyendo.

Las letras a 18 meses, por ejemplo, rentan un 3,25%, una rentabilidad que, aun inferior, se acerca más a la de los depósitos al mismo plazo. Para hacernos una idea, Ibercaja ofrece un depósito a 18 meses al 4% TAE, aunque cobra una comisión en la cuenta vinculada que haría bajar la rentabilidad real, mientras que Caixa Penedès ofrece un 3,75% TAE a este plazo.

A partir de aquí la oferta de depósitos a plazo fijo se reduce, mientras que la rentabilidad de los bonos sube.

Así, encontramos bonos a dos años al 3,83%, sin apenas competencia en depósitos a este plazo. Y la horquilla se amplía cuando hablamos de bonos a 5 años (5,85%), a 10 años (6,85%), a 15 años (7,17%) y a 30 años (7,18%).

Podríamos concluir, por tanto, diciendo que los depósitos son más rentables a corto plazo que la deuda pública, y viceversa. Aunque, ojo, conviene recordar que una elevada rentabilidad suele ir ligada a un mayor riesgo.

Una actitud prudente, a día de hoy, sería el corto plazo. Comparar depósitos y deuda, elegir lo más rentable y seguro, y esperar a que pase el temporal para invertir con perspectivas de futuro.

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