Gamesa rompe con su socio alemán y rebaja previsiones para este año

  • La compañía dirigida por Jorge Calvet ha roto cualquier posible acuerdo con el fabricante germano dirigido a liderar el mercado offshore. Además, la compañía ha rebajado su previsión de resultados para este ejercicio, debido a la incertidumbre regulatoria.
Ruth Ugalde

Tras cinco meses de intensas negociaciones, Gamesa ha roto cualquier posible acuerdo con el fabricante germano de aerogeneradores offshore Bard. A partir de ahora, la empresa española desarrollará en solitario esta nueva tecnología.

La compañía dirigida por Jorge Calvet y Bard iniciaron contactos a finales del mes de febrero con el objetivo de aunar potenciales sinergias entre Gamesa, líder mundial de diseño y fabricación de aerogeneradores, y el fabricante alemán, pionero en la industria eólica marina. Sin embargo, durante el curso de las negociaciones, ambas compañías han encontrado discrepancias significativas en los términos de la operación, fundamentalmente en el tema de precio.

A esta noticia se suma otro importante cambio en la evolución del negocio de Gamesa: la revisión de sus guías para 2010. Siempre realista, el fabricante de aerogeneradores ha decidido rebajar sus expectativas debido a las incertidumbres regulatorias que sacuden al sur de Europa.

Ahora, la compañía prevé unas ventas de entre 2.400 y 2.500 megavatios, frente a las inicialmente previstas de entre 2.700 y 3.000 mw; y un margen Ebit (beneficio neto operativo) de entre el 4,5% y el 5,5%, frente al 6%-7% anterio. Además, Gamesa ha reducido el objetivo fijado para 2011, con ventas de entre 2.700 y 3.300 mw, frente a los más de 3.600 mw iniciales.

La compañía, no obstante, prevé concretar las cifras del próximo ejercicio en pocos meses, cuando presente el Plan Estratégico 2011-2013. Éste contemplará su apuesta en solitario por la tecnología offshore, tras romper con Bard, con el desarrollo de un prototipo de cinco megavatios, que prevé tener listo en 2012.

Tres años despues, en 2015, confía en contar con una preserie de entre seis y siete megavatios, paso previo a su participación en los grandes concursos offshore que lanzará Reino Unido en 2016.

La revisión de previsiones realizada por la compañía está en línea con la caída de resultados del primer semestre, que recoge el fuerte parón del negocio debido a las incertidumbres regulatorias.

Entre enero y junio, las ventas se ha recortado un 42%, hasta 1.033 millones de euros, el ebitda de 132 millones es un 35% inferior al del mismo periodo de 2006; mientras que el ebit ha caído un 50%, hasta 49 millones, y el beneficio neto, un 65%, situándose en 22 millones.

No obstante, la compañía ha notado una reactivación de pedidos en julio, tras haber cerrado el primer semestre con 762 mw en pedidos y una cartera de 1.894 mw. Además, ha mejorado su margen de ebitda de aerogeneradores en 0,8 puntos, hasta situarlo en el 14,3%, y ha reducido la deuda en 209 millones, rebajando sus compromisos financieros a 345 millones, lo que supone un ratio deuda/ebitda de 1,1 veces.

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