El próximo domingo reaparecerá, "por un día", Joselito

Madrid, 12 jun.- José Miguel Arroyo "Joselito", considerado como uno de los diestros más carismáticos de las últimas décadas, reaparecerá el próximo domingo, 14 de junio, en la localidad francesa de Istres, aunque sólo será por un día, como él mismo insiste en todas sus declaraciones.

Joselito actuará esa tarde junto a Morante de la Puebla, otro torero de peculiar personalidad, que fue precisamente quien le convenció el pasado año para esta puntual vuelta a los ruedos, según ha explicado el torero del barrio madrileño de La Guindalera.

Ambos diestros harán el paseíllo para estoquear toros salmantinos de Domingo Hernández y darán la alternativa al novillero francés Cayetano Ortíz, en una plaza de apenas 3.000 localidades, pero donde se vienen programando festejos de gran interés durante los últimos años.

La corrida, incluida en una miniferia que se abrirá mañana con la lidia de seis toros de la ganadería del mismo Joselito -Toros del Tajo, en los carteles- está organizada por el diestro retirado Bernard Marsella y auspiciada por el ayuntamiento de Istres, una ciudad del suroeste francés, en la desembocadura del Ródano, con algo más de 40.000 habitantes.

Joselito, que acaba de cumplir 45 años de edad, llevaba retirado desde el 13 de octubre de 2003, cuando actuó de luces por última vez, en la feria del Pilar de Zaragoza.

Desde entonces, alternando funciones de apoderado y ganadero, sólo había toreado en público en varios festivales benéficos, como el que le enfrentó mano a mano al propio Morante de la Puebla el 1 de abril de 2006 en la plaza de Las Ventas.

La carrera del diestro madrileño, que tuvo legiones de partidarios atraídos por su carisma y su enigmática personalidad, ha estado jalonada de grandes triunfos, como sus cuatro salidas a hombros en Madrid, el de la Puerta del Príncipe conseguida en Sevilla en 1997 y el del rabo cortado meses antes en la Monumental de México.

Pero la tarde más recordada de la trayectoria de Joselito es, con gran diferencia, la del 2 de mayo de 1996 en Madrid, en una corrida goyesca en la que lidió en solitario seis toros de distintas ganaderías, a los que cortó seis orejas, con una actuación memorable por la variedad y el puro clasicismo de su toreo.

Retirado momentáneamente en 1998, José Miguel Arroyo regresó a los ruedos con el nuevo siglo, sufriendo una grave lesión de cadera que restó contundencia a esa última etapa de una intensa carrera, que le valió en 2011 la concesión de la Medalla de Oro de las Bellas Artes, la cual le fue entregada por el rey Juan Carlos.

Una vez alejado del toreo activo, y tras diecisiete temporadas de matador de toros, Joselito apoderó durante un par de años al diestro César Jiménez y sigue ahora dedicado a su ganadería de reses bravas.

Hace dos años publicó con la editorial Espasa un libro de memorias, "Joselito, el verdadero", que además de ser un gran éxito de ventas ha sido traducido al francés y lo está siendo estos días al inglés.

En la introducción del texto, Joselito hace ya toda una confesión de parte, al asegurar que, "de no haber peleado por ser torero, a estas alturas estaría en la cárcel o me habría muerto de sobredosis".

Y, desde esa tajante suposición, revela descarnadamente las causas profundas de su personalidad como torero e incluso que pensó en suicidarse tras entrar en una profunda depresión, años después de su retirada.