Los cinco motivos que impedirán a España cumplir su objetivo de déficit en 2012

    • El Gobierno ya trabaja para intentar que el déficit no supere el 7% del PIB.
    • La desviación del gasto en desempleo, el fiasco de la amnistía fiscal y el impacto del menor crecimiento alejan la posibilidad de cumplir la previsión oficial del 6,3%.

El equipo de Hacienda encabezado por el ministro, Cristóbal Montoro, el día de la presentación de los Presupuestos de 2012.
El equipo de Hacienda encabezado por el ministro, Cristóbal Montoro, el día de la presentación de los Presupuestos de 2012.
Bruno Pérez

"El objetivo es concluir en el entorno del 7%". Aunque en público los altos cargos del Ministerio de Hacienda siguen defendiendo la posibilidad de acabar el año cumpliendo el déficit del 6,3% del PIB, fuera de los focos se admite que a estas alturas el objetivo es ya otro: no superar el 7%.

O, de hacerlo, quedarse lo más cerca posible de ese frontera. Curiosamente, la misma que parecen haber trazado en la arena los mercados. Así lo sostiene Juan Rubio, profesor de Economía de la Universidad de Duke e investigador de Fedea.

"Los mercados ya no esperan que España cierre 2012 cumpliendo ese objetivo del 6,3%. La línea roja se ha marcado en el 7%. Terminar en ese nivel, o una o dos décimas por encima o por debajo será bien recibido. Superarlo, abrirá dudas sobre el compromiso de España con la reducción del déficit y podría tener consecuencias", explica.

A día de hoy, el consenso de los servicios de estudios apunta a que el asunto se dirimirá por una cuestión de décimas. La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que trimestralmente recaba las previsiones de los principales servicios de estudios del país para elaborar su panel de previsiones, avanzaba en octubre que el déficit se situaría en el 6,9% del PIB a final de año, seis décimas por encima de lo previsto.

Los acontecimientos posteriores parecen haber empeorado las expectativas. El Servicio de Estudios del BBVA elevaba hace apenas un mes esa cifra hasta el 7,2% del PIB, y aún no habían trascendido noticias como el fiasco de la amnistía fiscal o la desviación de más de 4.000 millones en el gasto en desempleo.

La decisión del Gobierno de no revalorizar finalmente las pensiones en función del IPC de noviembre ha dado un respiro a las cuentas de la Seguridad Social, pero hay otras amenazas sobre el déficit que o se han materializado ya o podrían hacerlo de aquí a final de año:

- Las comunidades autónomas no cumplirán. Aunque los balances publicados hasta ahora por el Ministerio de Hacienda (hasta el mes de junio), sitúan el déficit autonómico más o menos alineado con el objetivo del 1,5% del PIB previsto para este año, otros informes como uno recientemente publicado por Fedea cuestionan que se vaya a conseguir.

En el caso de Fedea, su argumento es que los datos proporcionados hasta ahora muestran un nivel de ejecución del gasto bajísimo en capítulos vinculados al pago de servicios como la sanidad, la educación o los servicios sociales que indicaría que se están retrasando al último tramo del año. Ayer mismo, el presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, no descartó que Cataluña no pudiera cumplir el objetivo de déficit.

La estimación de Fedea es que cuando se normalice esta situación el déficit autonómico se eleve hasta el 2% del PIB, superando en medio punto (algo más de 5.000 millones de euros) el objetivo previsto.

- Desviación de los gastos por desempleo. Cuando el Gobierno elaboró sus previsiones para 2012 anticipó una caída del 5% en el gasto por prestaciones por desempleo, en la creencia de que el fin de derecho a prestación de la avalancha de parados de 2010 acabaría rebajando el gasto por esta partida.

La realidad, sin embargo, ha sido que esta partida ha crecido a un ritmo del 5,4% abriendo una brecha en las cuentas del Estado que el Gobierno se ha visto finalmente obligado a sellar en el Consejo de Ministros del pasado viernes con un suplemento de crédito de 4.295 millones de euros.

Un suplemento de crédito es una ampliación no prevista de un crédito presupuestario y, por tanto, un gasto extra que añadiría otras cuatro décimas al déficit de 2012.

- 1.300 millones menos por la amnistía fiscal. Lo reveló ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en Málaga. La amnistía fiscal ha ingresado 1.200 millones de euros frente a los 2.500 millones previstos y, lo que es más importante, pintados en los Presupuestos.

Es decir, el no cumplimiento de este objetivo de recaudación abre un agujero de 1.300 millones de euros en las cuentas públicas. Otra décima de PIB a añadir a las desviaciones antes referidas.

- Un agujero de 10.000 millones de euros en las pensiones. La senda de consolidación fiscal del Reino de España establece que la Seguridad Social cierre el año 2012 en una situación de equilibrio presupuestario.

A pesar de que el Gobierno ha evitado el pago de los 1.900 millones de euros que le costaría al presupuesto de este año actualizar las pensiones, el incremento del gasto en prestaciones por encima de lo presupuestado ya le ha obligado a romper la hucha de las pensiones para sufragar desviaciones por 10.500 millones de euros.

Sólo ese desajuste generaría un déficit imprevisto del 1% del PIB en el déficit de la Seguridad Social.

- La recesión también genera déficit. Por varias vías, además. Que la deuda pública de este año vaya a ser del 85,8% y no del 79,8%, cómo estaba inicialmente presupuestado, elevará los gastos financieros. Que haya más paro del previsto no sólo genera más costes en prestaciones por desempleo, sino que reduce los ingresos por IRPF, en un monto que el sindicato de técnicos de Hacienda ha estimado en 2.000 millones de euros.

Todas estas circunstancias es lo que el Servicio de Estudios del BBVA denomina el impacto del deterioro cíclico de la economía sobre el presupuesto, que en 2012 ha estimado en 0,7 puntos del PIB, algo más de 7.000 millones de euros.

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