Los números rojos de la Seguridad Social amenazan el objetivo de déficit para 2012

    • Hacienda confía en que el ajuste extra del Estado compense el desequilibrio de la Seguridad Social.
    • El Gobierno informa a Bruselas de que espera una desviación de 1% del PIB en las cuentas del sistema público de pensiones.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha avanzado que el déficit del Estado cerró septiembre en el 3,9% del PIB.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha avanzado que el déficit del Estado cerró septiembre en el 3,9% del PIB.
B.P.V.

Pagar las cerca de nueve millones de prestaciones contributivas asociadas al funcionamiento del sistema público de protección social costó el pasado mes de septiembre a la Seguridad Social 7.446 millones de euros. Hace apenas un año esa factura era de 7.189 millones, un 4,4% menos.

Cada mes que pasa sostener el sistema público de pensiones es entre 20 y 30 millones de euros más caro. Sin embargo, el número de cotizantes que financian el mismo no para de reducirse. En el último año, la Seguridad Social ha perdido más de 600.000 afiliados, que a efectos prácticos son 600.000 cuentas de ingreso menos en las arcas de la Seguridad Social.

Esa endiablada dinámica de gastos crecientes e ingresos menguantes es la que ha obligado a la Seguridad Social a tirar por primera vez de la hucha de las pensiones para garantizar que todos los beneficiarios de prestación pública cobren este año en tiempo y forma y es la que va a hacer que el organismo cierre 2012 con sus cuentas en números rojos.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aún se resiste a decirlo explícitamente, pero ya ha comunicado a Bruselas que espera un desfase equivalente al 1% del PIB (algo más de 10.000 millones de euros) en las cuentas de la Seguridad Social este año.

¿Impedirá este desequilibrio el cumplimiento de los objetivos de déficit en 2012? Es muy posible. El Fondo Monetario Internacional, el Banco de España, CEOE y organismos privados como Funcas lo dan por hecho.

Sin embargo, Montoro ha aprovechado su defensa parlamentaria del proyecto de Presupuestos de 2013 para dejar la puerta abierta a que las cuentas del Estado puedan compensar finalmente el desequilibrio de las cuentas de la Seguridad Social.

Su principal argumento es que las cuentas estatales cerraron el mes de septiembre con un déficit del 3,9% del PIB, seis décimas por debajo del objetivo del 4,5% que el Estado tiene para el conjunto del año.

El Gobierno confía, además, en el impacto de la subida del IVA en el último tramo del año y en su capacidad para modular en cierta medida los gastos del Estado según requiera la situación para cuadrar finalmente las cuentas.

Se apoya también en las buenas noticias que llegan desde la ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas, cuyo déficit se situó en el entorno del 0,66% del PIB al cierre de agosto.

Esto significa que a cuatro meses de que termine el año sus cuentas siguen en línea con el objetivo del 1,5% del PIB previsto para todo 2012.

En sentido contrario, los motivos para la desconfianza vienen principalmente del contexto económico. El Banco de España ha avanzado que la economía retrocedió un 0,4% en el tercer trimestre del año, lo que está empeorando las previsiones para el año de la mayoría de los servicios de estudios y podría condicionar el comportamiento de las cuentas públicas en el último tramo del año.

¿Cómo? Por el lado de los ingresos, impidiendo, por ejemplo, el cumplimiento del objetivo de recaudación de la subida del IVA, que debería aportar 2.300 millones de euros a las arcas públicas en lo que queda de año, por la vía de un debilitamiento del consumo.

Por el lado del gasto, disparando el coste asociado al pago de prestaciones por desempleo o de otras medidas compensatorias de corte social.

Otro motivo de incertidumbre es la inercia de gasto propia del Presupuesto del Estado. A estas alturas del año pasado, las cuentas del Estado presentaban un desequilibrio del 3,44% del PIB, inferior incluso al registrado este año, y acabó en el 5,1%, por encima del 4,8% previsto.

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