Rinlo (Lugo) muestra con guías expertos el percebe que se degusta por Navidad

  • El pequeño núcleo poblacional de Rinlo, situado en Ribadeo (Lugo), fue plató de cine para el rodaje de 'Los muertos van deprisa' y hoy vuelve a acaparar flashes porque los recolectores de percebe se han convertido en guías que enseñan las zonas de extracción de un crustáceo típico de la Navidad.

José Luis Ramudo

Ribadeo (Lugo), 13 dic.- El pequeño núcleo poblacional de Rinlo, situado en Ribadeo (Lugo), fue plató de cine para el rodaje de 'Los muertos van deprisa' y hoy vuelve a acaparar flashes porque los recolectores de percebe se han convertido en guías que enseñan las zonas de extracción de un crustáceo típico de la Navidad.

Esta localidad gallega ha conservado con el paso de los años su estampa de viejo pueblo marinero y ha sabido mantener su personalidad, marcada por el puerto pesquero y abierta al mar Cantábrico, que ha sido desde siempre el medio de vida de sus habitantes.

Su acentuado carácter y la belleza del impresionante paisaje que rodea Rinlo, ubicado a tiro de piedra de la playa de Las Catedrales ("As Catedrais") -declarada Monumento Natural- y del casco histórico de Ribadeo, han hecho de esta localidad uno de los lugares más visitados de toda la costa de Lugo.

Rinlo se convirtió en su día en escenario de un filme dirigido por Ángel de la Cruz y protagonizado -entre otros- por Neus Asensi, y la afluencia de visitantes aumentó tanto en los últimos años que el turismo ya se contempla como una alternativa real a los ingresos que vienen del mar.

Precisamente, para aprovechar esa circunstancia, el Ayuntamiento de Ribadeo ha puesto en marcha una experiencia piloto que consiste en que los percebeiros de Rinlo, en la actualidad catorce personas, se conviertan en monitores turísticos y enseñen a los visitantes los acantilados que rodean el puerto y los lugares en los que trabajan.

En todo caso, aunque la posibilidad de enseñar el pueblo sea una alternativa para algunos percebeiros del pueblo, el mar y las rocas de la costa continúan siendo el lugar de trabajo de toda esa gente, y de forma muy especial en el mes de diciembre, cuando tan preciado producto alcanza mayores precios en lonja por la proximidad de las fiestas navideñas.

Uno de esos percebeiros, José González, explicó a EFE que hay una zona "específica" de rocas que sólo se abre durante el mes de diciembre, precisamente con la vista puesta en el mercado navideño, por lo que los mariscadores se aseguran una producción estable cuando este producto alcanza una mejor cotización por el incremento de la demanda.

Se trata de una franja de rocas que parte del propio muelle de Rinlo -que a principios del siglo XX fue un puerto ballenero- y se extiende en dirección Este por el litoral ribadense.

Una "zona dura para trabajar", explica José, aunque casi de inmediato reconoce que "todas lo son", porque no hay dinero fácil en esta profesión.

Los percebeiros disponen este mes de ocho días para faenar y los de Rinlo eligieron de ellos los días 4 y 5 de diciembre por su proximidad al Puente festivo de la Constitución, de forma que ya tomaron contacto con los compradores de cara a las jornadas de mayores ventas en la campaña de Navidad.

Aunque reconoce que siempre se puede mejorar, especialmente si se tiene en cuenta la dureza de su trabajo, José dice que las ventas fueron "bastante bien" en esas primeras subastas del mes.

En la lonja de Puerto de Vega, en Asturias, consiguió vender los percebes extraídos de las rocas de Rinlo a 50 euros el kilo, un día, y a 55 euros, al día siguiente.

Ahora espera que el tiempo ayude y que los precios se mantengan de cara a los días más fuertes de la campaña.

Para una persona que ha sido "marinero toda la vida" ambos factores son fundamentales, el primero para que su trabajo no sea todavía más peligroso y el segundo para que el fruto de todo ese esfuerzo le permita vivir con dignidad.

Desgraciadamente, ni uno ni otro están en su mano. EFE

1011162

Mostrar comentarios