La inflación interanual se situó en el 2,9% en 2012 al mantenerse sin cambios en diciembre con respecto a noviembre, según el Índice de Precios de Consumo (IPC) confirmado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa coincide así con la avanzada por el indicador adelantado del IPC publicado el pasado día 2.
El recién terminado 2012 ha sido, probablemente, el ejercicio en el que las medidas de política económica más han influído en la evolución del IPC. Y la prueba más evidente se encuentra en el comportamiento de las 57 rúbricas que componen el índice.
Los medicamentos y el material terapéutico se encarecieron durante el pasado año un 27,1%, tras la decisión del Ejecutivo de retirar la subvención pública a 417 medicinas de uso habitual. Esta medida de gobierno explica por sí solo el 14% de la inflación de 2012.
Sólo el capítulo de calefacción, alumbrado y distribución de agua, muy condicionado por las subidas de precios en los combustibles y, sobre todo, en la factura de la luz, ha tenido un peso mayor en el IPC de 2012, casi un 20%.
Otra medida de ahorro del Ejecutivo, la subida generalizada de las tasas universitarias, ha desencadenado un incremento del 22,4% de los precios de la enseñanza universitaria, que es la segunda rúbrica que más se encareció durante el año pasado, si bien su impacto sobre la inflación menor fue más marginal: una décima.
La impresión queda confirmada por el comportamiento el índice específico que mide cual habría sido el incremento de los precios de no haber mediado las medidas fiscales adoptadas durante el ejercicio, el denominado IPC-IC, que cerró el año en el 0,9%.
Es decir, que las medidas de política fiscal adoptadas por el Gobierno durante los últimos doce meses han más que triplicado la inflación hasta llevar el índice al 2,9% en el que ha acabado 2012.
La variación mensual del IPC se situó en el 0,1%, mientras que la inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía - disminuyó dos décimas hasta el 2,1%, con lo que la diferencia con la tasa del índice general aumentó ocho décimas.
El impacto de la inflación
El dato de cierre de la inflación deja otras lecturas secundarias, pero igualmente interesantes.
Por ejemplo, la que se refiere a su impacto sobre el poder adquisitivo de los españoles. El sindicato USO ha denunciado que este dato del 2,9% generará una fuerte pérdida de capacidad de compra de los trabajadores, ya que el salario en convenio apenas ha crecido un 1,3% este año.
La inflación también es un componente decisivo de la competitividad de los productos españoles en los mercados. Los analistas estiman que un diferencial positivo en el entorno de un punto respecto a otros países desencadena pérdidas automáticas de competitividad de la producción nacional.
A la espera de conocer el dato de la Eurozona y de la UE-27, ayer se conoció el dato de inflación de Alemania en 2012: 2%. Es decir, que los productos españoles que compiten con los alemanes en los mercados internacionales se han encarecido, de media, nueve décimas más.
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