Los operadores móviles virtuales (OMV) están ya mirando cómo plantar cara a las grandes compañías en su propio terreno, es decir, dentro del mercado del mercado del ADSL.
¿Por qué? Motivos se pueden citar muchos: crecimiento natural, estrategia de diversificación... pero lo que tampoco puede negarse es que el mercado está a punto de dar un giro de 180 grados con el final de los móviles regalados.
Telefónica abrió la caja de los truenos en la pasada edición del Mobile World Congress, cuando anunció que había decidido dejar de subvencionar teléfonos como gancho para captar nuevos clientes (aunque mantiene el sistema de canje de aparatos por puntos).
La siguiente en seguir esta senda es Vodafone, que ya tiene todo preparado para adaptarse a las nuevas reglas de juego, y en el mercado se da por hecho que, tarde o temprano, Orange tendrá que hacer lo mismo.
Al no regalar los terminales, los operadores contarán con más margen para seguir rebajando tarifas, después de la guerra de precios que llevarón a cabo a finales del pasado ejercicio.
Además, al estar también presentes en el negocio de la telefonía e internet fijo, pueden hacer ofertas cruzadas, un terreno donde juegan con clara ventaja sobre los operadores móviles virtuales.
¿Solución? Que los OMV también entren en ese terreno. Pepephone ha sido la primera en abrir juego. Lo hizo el pasado febrero, cuando Javier Hidalgo y la consultora Atento compraron la compañía, al anunciar que estaba explorando entrar en este negocio.
"Cuando un operador virtual abra la veda, todos los demás iremos detrás", reconocen fuentes del sector.
Como ocurre con la telefonía movil, Telefónica está obligada a alquilarles la infraestructura para poder llegar a los hogares, y el resto de operadores puede hacerlo voluntariamente.
Por el momento, ya se están produciendo los primeros contactos, y parece que los grandes siguen con interés este cambio de rumbo de los OMV. Sobre todo, tras comprobar el jugoso negocio que les está reportando, ya que su principal fuente de nuevos clientes son los alquilados a los virtuales
Dicho de otro modo, aunque están sufriendo una importante pérdida de líneas, parte de esta caída la compensan con el creciente número de clientes de los virtuales, que al utilizar su red, les está pagando un peaje.
Con el ADSL puede ocurrir igual. ¿Quién será el primero en animarse?
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