Ruiz-Mateos: "Me pegaría un tiro antes que dejar de pagar a un inversor de Rumasa"

  • El empresario andaluz ha salido a dar la cara ante el concurso voluntario que ha presentado para diez compañías de su hólding, Nueva Rumasa. Con esta medida, quiere blindarse hasta conseguir la entrada de nuevos inversores privados.
Nueva Rumasa pide el 'preconcurso' para diez de sus empresas
Nueva Rumasa pide el 'preconcurso' para diez de sus empresas
Ruth Ugalde

Puede decirlo más alto, pero no más claro: "Me pegaría un tiro antes que dejar de pagar a un inversor de Rumasa". Con estas palabras, José María Ruiz-Mateos ha dado la cara ante el temor desatado por el concurso voluntario presentado por el empresario para diez de sus empresas.

Esta decisión  ha llegado justo un día después de que la Seguridad Social diera un ultimatum al empresario por el impago de las cuotas y en plena tormenta por la amenaza de embargos a Clesa.

Esta sociedad es una de las empresas que avalaba las emisiones de pagarás realizadas por Nueva Rumasa y, por tanto, su caída en concurso ha sido una bomba para todos los inversores.

Sin embargo, la decisión de Ruiz-Mateos es, en realidad, una jugada legal para blindarse frente a los posibles embargos de acreedores, y que está recogida en el artículo 5.3 de la Ley Concursal.

De hecho, se trata del mismo paso que ya dio Mediapro para evitar tener que pagar 97 millones a Prisa. Y la dueña de La Sexta consiguió así jugar las cartas a su manera.

Nueva Rumasa ha blindado con este procedimiento, durante los próximos cuatro meses, a todas las joyas de su corona: Dhul, Clesa, Garvey, Rayo Vallecano, Trapa, Elgorriaga, Hotasa, Hibramer, Carcesa y Quesería Menorquina.

En este tiempo, la compañía intentará cerrar varias ampliaciones de capital que ya estaba negociando con inversores privados, para varias de sus empresas, con las que prevé conseguir 500 millones de euros.

Si consigue concluir estas inyecciones de capital antes de que se cumplan los cuatro meses que contempla la ley, el grupo jerezano saldrá de la situación de preconcurso en que voluntariamente se ha embarcado, ya que habrá conseguido la liquidez necesaria para saldar sus deudas.

Los polémicos pagarés

La decisión tomada por Nueva Rumasa ha sido una bomba para todos los tenedores de pagarés del hólding, ya que éstos están respaldados por el aval de Dhul y Clesa.

El empresario andaluz ha llegado a comercializar hasta cinco versiones de estos productos financieros, con unas rentabilidades que han oscilado, según la emisión, entre el 8% y el 12%.

Al quedar fuera del control de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ésta redactó una nueva norma para obligar al hólding a someterse a su supervisión y, si no, le obligaba a no poder publicitar estas emisiones.

El grupo andaluz respondió con una nueva colocación que disfrazó con una ampliación de capital de Dhul. Sin embargo, hace pocas semanas intentó volver a llevar a cabo una jugada similar, que le ha sido imposible sacar adelante, ante el aluvión de noticias surgidas sobre posibles embargos de bienes.

Además del ultimátum de la Seguridad Social, Nueva Rumasa se enfrenta a posibles embargos de acreedores por importe de 45 millones de euros.

Ahora, todas estas medidas han quedado en suspensión con el preconcurso de acreedores.

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