Encapuchados aceptan diálogo y desalojan rectoría de UNAM tomada hace 12 días

México, 1 may.- Un grupo de catorce personas encapuchadas desalojó hoy la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la mayor institución pública de educación superior del país, que mantenían tomada desde hace doce días por demandas educativas y relacionadas con la expulsión de cinco estudiantes.

El grupo, que jamás se identificó, aceptó una oferta que hicieron las autoridades de la UNAM anoche para dialogar con ellos el próximo 9 de mayo, y atender si es posible sus reclamos.

Esta mañana, pasadas las 08.00 hora local (14.00 GMT), los encapuchados leyeron un mensaje donde justificaron su acción y dijeron que la misma tenía que ver, sobre todo, con la defensa de la educación pública gratuita.

Señalaron que su toma tenía que ver más con la reforma a los planes de estudios de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH), como se conoce al sistema de escuelas secundarias de la UNAM, que con la expulsión de cinco compañeros hace varias semanas por actuar de forma violenta contra un centro educativo.

Tras hacer público su mensaje el grupo se replegó retirando las pancartas que colgaron durante doce días en el emblemático edificio de la Rectoría de la UNAM, así como las mantas, libros, y papeles que utilizaron para hacer públicas sus demandas.

La salida fue pacífica después de que en los últimos días algunos estudiantes de la universidad mexicana confrontaran a los ocupantes de la torre y les exigieran desistir de la protesta.

En declaraciones al canal MVS, una de las personas que estuvo en el recinto universitario estos días dijo sin identificarse que su lucha iba a seguir porque quieren "que se resuelvan los ataques a la educación pública y gratuita".

Agregó que se marchaban "un poco agotados" pero "con la frente muy alta" porque tenían de su lado la razón legítima.

La toma comenzó el pasado 19 de abril y se mantuvo hasta hoy sin que la policía mexicana ni agentes de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) intervinieran.

Los encapuchados llegaron a montar barricadas para prevenir un posible asalto a su campamento, que nunca se produjo.

La toma del vestíbulo de la Torre de Rectoría de la UNAM, la mayor universidad pública de México, dificultó las actividades que normalmente se celebran en ella.

La acción fue repudiada por el rector de la UNAM, José Narro, a quien se sumaron otras altas autoridades universitarias y organismos vinculados a la universidad, la más importante de México.

Tras concluir la toma, personal de la UNAM se encuentra en la zona atestiguando los daños que pudieron haber producido los encapuchados en el edificio y en los murales que lo adornan.