EEUU y Pakistán, ¿un amor imposible?

  • Los dos países han tenido idas y venidas continuas durante los últimos años. China, la tercera pieza del juego, supone una complicación para Washington, sin embargo, no hay nada que temer. Si pierde el apoyo estadounidense y se queda con Pekín como amigo, los paquistaníes perderán las ayudas del FMI y de muchos países de Occidente.
EEUU y Pakistán, ¿un amor imposible?
EEUU y Pakistán, ¿un amor imposible?
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Suzanna Koster, Islamabad (Pakistán) | GlobalPost

Da la impresión de que Pakistán está adquiriendo cierta arrogancia con su estrategia diplomática, que juega a enfrentar a las dos grandes potencias del mundo, China y EEUU.

El ejemplo más reciente es el enfado que ha causado en Washington la sospecha de que Pakistán ha mostrado a China el sofisticado helicóptero de EEUU que se estrelló en el exterior del escondite de Osama bin Laden, facilitando detalles de tecnología avanzada que los estadounidenses hubiesen preferido quedarse para sí mismos.

Pero ¿es la tecnología lo que de verdad preocupa a EEUU? ¿O es el hecho de que Pakistán haya vuelto a ignorar a Washington en favor de Pekín?

Un día después de la descarada misión de EEUU que mató a Bin Laden cerca de Karachi el 2 de mayo (una misión que las autoridades aseguran que se hizo sin conocimiento de Pakistán), China acudió en defensa del avergonzado estamento militar paquistaní.

"La determinación del Gobierno de Pakistán para luchar contra el terrorismo es firme, y sus acciones han sido vigorosas. Pakistán ha hecho importantes contribuciones a la batalla internacional contra el terror", ha dicho la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Jiang Yu.

Y cuando en 1990 EEUU bloqueó el envío de aviones caza de combate F-16 como castigo a Pakistán por su desarrollo de armas nucleares, China compensó la carencia creando el JF-17 Thunder conjuntamente con los paquistaníes. De hecho, el primer escuadrón de JF-17 Thunder forma parte ahora de la Fuerza Aérea de Pakistán.

Pakistán acabó al final recibiendo algunos de aquéllos F-16, pero Ahmad Mukhtar, su ministro de Defensa, dice que ahora no puede comprar más y que, de todas maneras, los de China vienen además con beneficios comerciales añadidos.

Recientemente, cuando EEUU anunció en julio que cortaría la ayuda militar a Pakistán en 800 millones de dólares, China volvió a dar un paso hacia delante, comprometiéndose a seguir ayudando a su vecino.

Algunos observadores creen que se trata de una táctica diplomática, y que Pakistán está intentando presionar a EEUU para que acepte una relación que acepte sus términos.

La analista de temas de defensa Ayesha Siddiqa cree que Pakistán "usará a China para seducir a EEUU y decirles 'mirad, no podéis chantajearnos porque tenemos también esta otra relación'. Creo que los políticos paquistaníes contactarán alegremente con China si China está dispuesta a satisfacer todas sus necesidades, como ayudas económicas". "Pero China no está totalmente dispuesta a hacer eso", añade.

Los dirigentes paquistaníes están muy equivocados si creen que China podrá sustituir alguna vez a EEUU en Pakistán, asegura el analista Hassan Askari Rizvi, que subraya la influencia de los estadounidenses sobre las instituciones financieras globales.

"China no podrá sustituir a EEUU en lo que se refiere al FMI y el Banco Mundial", indica. "Y si ellos no te dan ayuda, entonces un montón de países occidentales no te dan ayuda. Y los problemas económicos de Pakistán son tan enormes que simplemente no puede depender sólo de China para resolverlos".

Los lazos con EEUU también son importantes para la economía de Pakistán más allá de los paquetes de ayuda financiera y los préstamos. EEUU es el mayor mercado para los productos paquistaníes, recibiendo más de un 17 por ciento de sus exportaciones totales, según datos del FMI. China, que supone apenas el 8 por ciento de sus exportaciones, todavía tiene que demostrar que puede ser una alternativa rentable.

La estrategia de Islamabad de presionar a EEUU se basa en la idea de que EEUU no puede ganar en Afganistán ni salir de allí sin la ayuda de Pakistán, asegura un analista. Pero la estrategia es arriesgada, subraya, porque si no calculan bien las relaciones entre ambos países se pueden romper definitivamente.

Las relaciones entre Pakistán y EEUU ya han tocado fondo. Pakistán informó recientemente al personal de la Embajada de EEUU que no podría salir del país sin permiso de Islamabad. Aún así, formadores de las fuerzas especiales estadounidenses han abandonado el país. A eso hay que añadir las continuas declaraciones que revelan su desconfianza mutua.

Pero lo que lleva a Pakistán a cortejar a China, según los analistas, no es sólo la pedregosa relación bilateral con EEUU o la estrategia de presionar a Washington para que acepte los términos y condiciones de su socio en la guerra contra el terror. Muchos altos cargos paquistaníes creen que EEUU les abandonará en cuanto se marche de Afganistán, y simplemente están buscando un sustituto que les convenga.

"Todavía no sabemos si va a terminar en dos años o en cinco", dice el ministro Mukhtar en referencia a la ayuda militar.

Y por lo tanto Pakistán está mirando hacia el este.

"Tenemos que sobrevivir. Tenemos que buscar al país correcto que nos pueda ayudar, y hasta este momento los chinos nos han ayudado siempre que lo hemos necesitado", asegura Mukhtar, refiriéndose a su ayuda en el desarrollo de plantas nucleares. "Ningún otro país quería darnos lo que nos dieron los chinos".

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