Hasta el FMI pide ya al BCE que juegue un papel más activo en la recuperación

    • El organismo internacional dice que Frankfurt no debe temer excederse en sus medidas de estímulo a la economía, siempre que éstas sean temporales
    • Los países del arco mediterráneo llevan años pidiendo al BCE un papel más activo en el impulso de la actividad económica

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde (izda), conversa con el presidente del BCE, Mario Draghi.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde (izda), conversa con el presidente del BCE, Mario Draghi.
lainformacion.com

¿Debería el Banco Central Europeo (BCE) implicarse más en la reactivación económica europea? Cuando pasen los años y la actuación de las autoridades políticas nacionales, de las europeas y de los banqueros centrales durante esta crisis sea objeto de escrutinio por analistas e historiadores, esa pregunta constituirá a buen seguro uno de los principales objetos de estudio.

Desde España hasta Francia, pasando por Italia e incluso Irlanda, han sido muchos los países que han exigido al BCE una actuación más audaz a la hora de estabilizar la situación económica cuando ésta estaba sometida a turbulencia, o de estimular la actividad cuando ésta se conducía hacia la recesión, al modo en que ha venido actuando la Reserva Federal estodunidense o en última instancia y de forma más radical el Banco de Japón.

La contención y la ortodoxia de Frankfurt, más evidente con Jean Claude Trichet, algo más enmascarada con Mario Draghi, siempre ha gozado de la defensa de los denominados halcones de Berlín, encarnados en el Bundesbank, lo que no ha impedido algún comentario de disgusto cuando Draghi se soltó un poco la melena al inicio de su mandato anunciando un programa de compra masiva de deuda periférica si la cosa se ponía fea.

Ahora ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI) el que, a su modo, ha invitado al BCE a jugar un papel más activo en la reactivación económica europea.

El Banco Central Europeo (BCE) "no debe temer excederse temporalmente en sus objetivos" mientras su credibilidad no esté en riesgo, indicó en rueda de prensa John Simon, economista senior del FMI, quien explicó que "en caso de un sobreestímulo de la economía con las perspectivas de inflación bien ancladas, el banco central puede revertir el curso de su política sin que haya efectos duraderos".

En este sentido, el economista del FMI recordó los casos de España e Irlanda a principios de la década pasada cuando las políticas del BCE tuvieron un efecto estimulatorio que permitió una notable reducción del desempleo, mientras las perspectivas de inflación permanecieron ancladas.

Por su parte, el subdirector del departamento de Investigación del FMI, Jörg Decressin, advirtió de que, si bien "los bancos centrales no pueden hacer todo", en caso de tener independencia operativa para mantener bajo control la inflación "entonces deben hacer todo lo que esté en su mano".

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