La nueva cruzada de Warren Buffett: que las grandes empresas de EEUU paguen más impuestos

  • El millonario inversor que pidió aumentar la carga impositiva a los más ricos ataca ahora a las principales empresas del país. Asegura que no pagan impuestos equivalentes a sus ingresos y que tienen la menor carga impositiva desde 1972.
Warren Buffett quiere que las grandes empresas paguen más impuestos
Warren Buffett quiere que las grandes empresas paguen más impuestos
Getty Images
Roberto Arnaz

Para Warren Buffett la afirmación de que las grandes corporaciones dedican un tercio de sus ingresos a pagar impuestos "es un mito". Así lo afirmó ayer el inversor durante una entrevista concedida al canal de televisión estadounidense CNBC, en la que aseguró que, a pesar de los beneficios récord de 2011, las compañías estadounidenses la menor carga impositiva desde 1972, según las cifras que maneja la Oficina de Presupuestos del Congreso de EEUU.

"La carga fiscal que soportan las empresas no está estrangulando la competitividad. Es un mito que las compañías estadounidenses estén dedicando un 35% de sus ingresos a pagar impuestos", ha asegurado el gestor de Berkshire Hathaway, que hace unos meses ya se grajeó la enemistad de otros 'billonarios' al pedir a la Administración Obama que le subiera los impuestos a los más ricos.

Y los datos fiscales parecen darle la razón. Un informe divulgado por el colectivo Citizens for Tax Justice denunció a principios del año pasado que 30 de las 280 mayores empresas del país –entre ellas General Electric, Verizon y Boeing– no pagaron impuestos sobre sus ingresos en los tres últimos ejercicios fiscales, a pesar de que obtuvieron un total de 160.000 millones de dólares en beneficios antes de impuestos.

El tercer hombre más rico del mundo defiende que la actual carga impositiva con la que se grava a las empresas con sede en el país "está muy por debajo de lo que he visto en otras épocas".

De hecho, Buffet ha confesado que su propia compañía, Berkshire Hathaway, dedicó únicamente entre el 15% y el 16% de sus ingresos a satisfacer las demandas del IRS, la Hacienda estadounidense. A pesar de que la cifra es muy inferior al 35% del que presumen algunos empresarios, es mucho mayor que la media de lo que pagan los grandes conglomerados, algunos de los cuales presentan incluso una declaración negativa.  

Además, la cifra es aún más llamativa si se compara con los impuestos que pagan los trabajadores asalariados estadounidenses, obligados a pagar entre el 15% y el 35% de sus ingresos en impuestos.

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