La noticia cayó como una bomba el pasado fin de semana sobre todo el Viejo Continente: Chipre expropiará a sus ahorradores una parte del dinero que tienen en depósitos.
Ésta fue la condición que pactó el Eurogrupo a la isla para acceder a inyectarle un rescate de 10.000 millones de euros con el que salvar a su quebrado sistema financiero.
El impuesto que inicialmente se puso sobre la mesa es del 6,75% sobre los ahorros inferiores a 100.000 euros, y del 9,9% sobre aquellos que superen esa cantidad.
El vendaval desatado llevó a abrir la puerta a rebajar a los primeros la tasa al 3%, a cambio de incrementar a los segundos su peaje hasta el 12,5% e, incluso, se ha hablado de elevarlo por encima del 15% en los depósitos con más de 500.000 euros.
A la espera de que el Parlamento chipriota vote hoy la medida que considere más conveniente, la realidad es que cualquiera de esta fórmulas conlleva la ruptura de la seguridad del ahorro en el Viejo Continente.
Con este impuesto, se podría romper el compromiso de garantizar que, pase lo que pase, los ciudadanos pueden estar tranquilos de que no perderán ni un euro del dinero que tienen en depósitos y cuentas, siempre que éste sea inferior a 100.000 euros.
Este paso atrás ha sido el verdadero vendaval que ha sacudido a los mercados, ante el temor de que pueda reproducirse en otros Estados, ya que el peso de Chipre en Europa es irrisorio: apenas representa un 0,2% de la economía.
¿Qué ocurriría en España si la troika obligara a imponer una medida similar? Que los ahorradores verían esfumarse en torno a 100.000 millones de euros.
Esta cifra resulta de aplicar a los 1,14 billones de euros que, según los últimos datos oficiales del Banco de España, hay en depósitos a la vista, de ahorro y a plazo, una quita similar a la chipriota.
Si se toma como referencia la primera propuesta, entre el 6,75% y el 10%, las arcas públicas podrían llegar a engordarse con entre 76.950 y 114.000 millones.
Con la segunda, la inyección, entre el 3% y el 12,5%, sería de entre 34.200 y 142.500 millones.
Aunque estos cálculos son sólo orientativos, ya que son cifras absolutas y no desglosan qué depósitos están por debajo o por encima del límite de 100.000 euros, y que pueden incluir imposiciones de entidades financieras, sí que permiten hacerse una idea del espectacular impacto que tendría una medida de este tipo en España.
Sobre todo, si se compara con Chipre, donde este impuesto busca recaudar 5.800 millones de euros, unas 17 veces menos de lo que se conseguiría en España.
Todos se lavan las manos
Aunque inicialmente se culpó a Alemania de haber impuesto la nueva tasa a los depósitos inferiores a 100.000 euros, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaüble, negó rápidamente que fuera así y culpó al Gobierno chipriota, al BCE y a la Comisión Europea.
"La posición del Gobierno alemán y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es que una parte considerable de los fondos necesarios para la reestructuración de los bancos debe proceder de los dueños de las entidades y sus acreedores, es decir, de los inversores", dijo en una entrevista a la televisión germana ARD.
"Obviamente habríamos respetado la garantía para los depósitos de hasta 100.000 euros", añadió. Pero "el Gobierno chipriota, y también la Comisión y el BCE, decidieron esta solución y ahora deberán explicarla a los ciudadanos de Chipre".
La medida ha enfurecido a los ahorradores chipriotas, que desde el sábado intentan acceder a los cajeros o a sus bancos. Éstos, que deberían haber abierto hoy martes sus puertas, permanecerán cerrados hasta el jueves.
En medio del cruce de acusaciones sobre quién es responsable de haber roto la seguridad de los ahorradores en la eurozona, Joerg Asmussen, miembro del consejo del BCE, aseguró que el Ejecutivo de la isla tiene libertad para elegir cómo imponer el nuevo impuesto.
"La cuestión importante es que se mantenga la contribución financiera de 5.800 millones de euros. Está, obviamente, en manos del gobierno chipriota y de su parlamento decidir la estructura", agregó.
La propia canciller alemana, Ángela Merkel, salió al paso por boca de un portavoz, quien aseguró que fueron las autoridades chipriotas las que propusieron tocar los depósitos.
"El reparto de la carga es asunto del Gobierno chipriota", dijo Steffen Seibert, portavoz de Merkel.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios