Los cinco frentes en los que Rato se juega el banco de Caja Madrid y Bancaja

  • Rodrigo Rato tiene mucho trabajo por delante para poner el nuevo banco de Caja Madrid y Bancaja a velocidad de crucero. Sanear la segunda cartera hipotecaria de más riesgo del sector y reestructurar algunas participaciones empresariales cargadas de números rojos será la clave para garantizar una buena salida a bolsa del nuevo grupo. 
E.Utrera
E.Utrera

Banco Financiero y de Ahorro se presentó ayer en sociedad. Con un activo total de 328.000 millones de euros, un volumen de negocio de 485.900 millones y un valor contable de 10.240 millones, ningún grupo de cajas que se han unido para crear un banco presenta unas cifras más potentes para salir a bolsa.

Sin embargo, en las tripas del nuevo banco se cuecen unos cuantos problemas a los que Rato deberá hacer frente si quiere hacer una colocación en bolsa exitosa. Éstos son los cinco grandes frentes que el nuevo banco, con algunos problemas tan visibles como una tasa de mora del 6,3%, muy superior a la media del sector, tiene que atender sin perder un solo minuto:

-Liberar stock de viviendas. Las grandes cifras inmobiliarias de Caja Madrid esconden mucho en la letra pequeña. La cartera de promoción y construcción representa el 18% del crédito total y el riesgo en el ladrillo es de 41.280 millones de euros, de los que el 81% está cubierto.

Pero más allá de las grandes cifras está la realidad. Por ejemplo, la de la cartera hipotecaria. El importe del 21% de los créditos concedidos para compra de vivienda rompe la norma de no superar el 80% del valor de tasación del inmueble. Es decir, que son préstamos de alto riesgo para la entidad. Sólo Catalunya Caixa, con un 26%, supera a Banco Financiero y de Ahorro.

Además, de los 7.402 millones en activos adjudicados, 3.016 millones corresponden a suelo, la partida con menos liquidez y peores expectativas de venta del ladrillo español.

-Reordenar las participaciones. No es oro todo lo que reluce, ni mucho menos, en la cartera de participaciones del nuevo banco. Del brutal saneamiento de 9.200 millones de euros que ha realizado la entidad –más de la mitad de las ayudas públicas recibidas hasta ahora-, 1.500 se han destinado para limpiar la cartera de valores.

Rato y su equipo estudian si, como ha decidido La Caixa,se integran los activos malos (fundamentalmente el ladrillo) en una entidad de nueva creación que permita a Banco Financiero y de Ahorros presentarse ante la comunidad inversora mundial sólo con sus mejores galas.

Crear este contenedor de participaciones en números rojos es, según rato, "una posibilidad".Hay candidatos muy claros como la participación en las inmobiliarias Metrovacesa y Colonial. Además, SOS ha sido otra de las grandes apuestas fallidas del grupo, herencia del anterior presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa. La cartera de participadas de Caja Madrid y La Caixa suma un valor de más de 5.500 millones de euros.

-Profesionalizar el consejo. Rato se defendió ayer con uñas y dientes de las acusaciones de que la mayoría del consejo del Banco Financiero y de Ahorros está formado por antiguos representantes políticos de las cajas de ahorros que participan en la entidad: Caja Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja, además de las dos grandes que lo lideran- .

El grupo sólo tiene dos consejeros independientes, una cifra que deberá ampliar de forma significativa si quiere conseguir el visto bueno de los mercados. Más profesionales, más gestores, más independientes… Rato tendrá que reestructurar su consejo para evitar que le echen en cara que mantiene los viejos privilegios de eso que en su día fueron cajas de ahorros y que están en plena desaparición.

Para conseguir el visto bueno de los mercados, no le bastará con dar entrada a los consejeros independientes que correspondan tras la salida a bolsa del grupo. Ésta es una de las grandes asignaturas pendientes.

-Alargar los vencimientos. La gran espada de Damocles de los nuevos grupos es el durísimo calendario de vencimientos que afrontan mientras sus fuentes de financiación siguen cerradas.

Rato tendrá que hacer valer todo su prestigio para conseguir "aplanar" las fechas de pago de Banco Financiero y de Ahorros. Afronta vencimientos por valor de 88.815 millones de euros, de los que apenas tiene cubiertos este año y el siguiente. El 53% los afrontará después de 2013.El grupo ya aplazó vencimientos por valor de 4.000 millones de euros el pasado mes de noviembre. Los plazos se ampliaron hasta el año  2016. El objetivo ahora es alargarlos aún más.


-Menos costes, a la fuerza. Presentar a los mercados un proyecto atractivo pasa por, en plena ataque de incertidumbre sobre el sector financiero español, demostrar capacidad de gestión. También en lo que se refiere a los costes.

El nuevo banco quiere reducir los gastos generales del grupo entre un 10% y un 12% para el año que viene. Banco Financiero y de Ahorros venderá a los inversores internacionales que quiere conseguir unos ahorros 500 millones de euros en sinergias cada año.

Los retos son de primera y, si el Gobierno mantiene las duras condiciones para el sector financiero que deberá poner negro sobre blanco en febrero, Rato no tiene ni un minuto que perder. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene que lidiar su toro más difícil.

Alejado de cualquier tentación en la arena politica -"estoy totalmente implicado en este proyecto", dijo ayer- Rato es hoy por hoy una activo clave para el banco, sino el más importante.

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