Evita es "referente obligado" para Cristina Fernández, afirma Felipe Pigna

Madrid, 20 jun.- El historiador argentino Felipe Pigna aseguró hoy que para la presidenta de su país, Cristina Fernández, "Evita es el referente obligado" como peronista y como mujer, "igual que para cualquier comunista lo debe ser el Che Guevara".

"Evita, realidad y mito" es el libro en el que Pigna repasa la vida de la que fue compañera del líder argentino Juan Domingo Perón en los años 40 y 50 del siglo pasado y analiza el legado actual que de ella queda.

"Eva fue una persona fuera de lo ordinario, su obra social no tenía precedentes y difícilmente se volverá a repetir", afirma Pigna en una entrevista con Efe.

El historiador explica que "de las tres ramas del peronismo, Eva llevaba el control de dos: el partido femenino y el sindicato", por lo que el peronismo "no hubiera sido lo mismo sin ella".

"Evita era una revolucionaria, Perón no. Sin ella el peronismo hubiera sido un partido más de orden, de centro."

Además, Eva promovió y trabajó en la Fundación de ayuda a los pobres, la cual "vino a sustituir el concepto de beneficiencia por el de justicia social, lo que despertó gran recelo en la Iglesia y en las damas de la alta sociedad".

Eva "consiguió lo nunca visto hasta entonces, el empoderamiento de las clases populares".

Por todo ello, su figura no dejó indiferente a nadie: "La derecha ultraconservadora no la aguantaba y la atacaba por haber sido actriz y lo que ellos llamaban 'una mujer de la vida' y para la izquierda fue una gran desgracia porque se comía su terreno".

Pero Evita, que murió en julio de 1952, no sólo despertó odios, sino mucho amor y veneración entre el pueblo: "sólo hay que ver las imágenes de su entierro", dice Pigna, para quien "el general Perón era muy querido y respetado por los argentinos pero a quien amaban de verdad era a Evita".

Esas pasiones se demuestran "en las aventuras que sufrió su cuerpo después de muerta", afirma Pigna en alusión a los diferentes traslados del cadáver, que incluso llegó a estar sepultado en Milán (Italia) durante diecisiete años.

"Sus enemigos eran conscientes del poder que ostentaba Evita incluso después de muerta, de ahí esas actuaciones paranoicas", dice.

Uno de los viajes que marcarían la vida y figura de Eva fue su visita a España en 1946.

"Franco invitó a Perón pero él no quería ir para que no se identificara a Argentina como un régimen fascista -lo cual era un gran error ya que el fascismo se apoya en las clases medias y la patronal- así que en su lugar envió a Evita", explica Pigna.

Durante esta visita, Evita fue mostrando su carácter y determinación, algo que no acabaría de sentar bien al general Franco y en especial a su esposa, Carmen Polo.

"Evita se empeñó en visitar los barrios pobres de Madrid y Carmen Polo, sorprendida, pensó que al menos sería en auto. Cual fue su sorpresa cuando la tuvo que acompañar a pie por cada una de las calles y casas", cuenta Pigna.

"Carmen los despreciaba y los llamaba despectivamente 'rojos' hasta que Eva no se pudo aguantar y le dijo que a la gente no se la define por colores y le espetó que Perón estaba en el poder por el apoyo del pueblo y no por una guerra como su marido", rememora.

Por ello, a pesar de la colaboración entre Argentina y España que se dio en esos años "las relaciones entre Franco y Perón siempre fueron conflictivas en contra de lo que se cree".

Por otro lado, a Pigna le parecen "horribles" la película y el musical "hollywoodiense" que se han hecho sobre Evita ya que "la muestran como si siempre estuviera actuando y yo no creo que una persona que siguió atendiendo a los trabajadores con su enfermedad y hasta su muerte pudiera estar actuando", argumenta.

El historiador cree que en la Argentina de hoy "los peronistas mantienen su amor por Evita, mientras que ya no hay odio entre los antiperonistas, sino respeto y un cierto reconocimiento a su obra".