Torremolinos implantará una ordenanza específica contra la publicidad sexista

La edil Aida Blanes ha presidido la reunión, a la que han asistido, entre otros, la coordinadora del IAM, María del Carmen Moreno; la delegada del Rector para la Igualdad y la Acción Social de la Universidad de Málaga (UMA), Isabel Jiménez; representantes de grupos políticos de Ciudadanos, Costa del Sol Sí Puede, IU, el concejal no adscrito y PP, y las asociaciones de mujeres Mainake, Malaka, Madame Bovary y Adipm.

"La publicidad es uno de los instrumentos de socialización que contribuyen de manera decisiva a la perpetuación de un sistema patriarcal caracterizado por la subordinación de las mujeres a los hombres a través de la propagación de estereotipos y roles de género", señala la moción aprobada por el pleno municipal en marzo pasado a propuesta de la Concejalía de Igualdad y Participación Ciudadana.

Blanes ha expresado su satisfacción por el acuerdo en sacar adelante esta ordenanza, especialmente por la implicación de los "partidos del cambio", y también por la participación de la UMA. A este respecto, se ha referido a la importante labor de generación de conocimiento que ejerce la institución universitaria en el ámbito de la formación juvenil".

"Las herramientas publicitarias pueden ser elementos de una forma de violencia de género", ha llamado la atención, y en este sentido, ha recalcado el compromiso municipal de zanjar el problema de "la exposición y humillación del cuerpo de la mujer como elemento de uso comercial" y de ahí el impulso de esta ordenanza".

"Tenemos que trabajar la igualdad desde pequeños, en todos los escalones del sistema educativo. No podemos alcanzar la igualdad sino es desde la educación", ha recalcado.

La coordinadora del IAM ha valorado el paso que da el Ayuntamiento de Torremolinos para la prevención, prohibición y sanción de la publicidad sexista. "Todos sabemos de la existencia de publicidades que la ley considera ilícitas y que perpetua estereotipos machistas y sexistas, usan la imagen de la mujer como reclamo y objeto de consumo y denigran su imagen", ha dicho Moreno.

Por su lado, la delegada del Rector para la Igualdad y la Acción Social de la UMA ha llamado a hacer una reflexión sobre "lo mucho que queda aún por hacer en el ámbito de la igualdad". "Existe un problema muy grave y es el uso del cuerpo de la mujer para mantener un sistema económico en una sociedad de consumo a costa de la utilización, denigración y humillación de la mitad de la población del mundo", ha apuntado Jiménez.

La normativa supone "un paso más en el impulso por parte municipal de iniciativas contra la violencia de género en cualquiera de sus formas, en este caso la explotación publicitaria de la mujer", según han informado desde el Consistorio en un comunicado, apuntando que "aunque otros municipios tienen regulado el uso de la publicidad, la ciudad andaluza se convertirá en el primero de España en tener una ordenanza específica contra este tipo de usos publicitarios".

PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE IGUALDAD

En la reunión se ha hecho énfasis en que la nueva regulación municipal que prohibirá el uso sexista de la imagen de la mujer "no pretende interferir en las actuaciones de cada colectivo sino defender la dignidad de las mujeres y establecer mecanismos que velen por el cumplimiento del principio constitucional de igualdad".

La futura ordenanza tomará como referencia el decálogo para una publicidad no sexista del IAM. Entre la tipología de anuncios sobre los que pondrá el foco estarán los que promuevan modelos que consoliden pautas tradicionalmente fijadas para cada uno de los géneros y aquellos que de forma explícita e implícita perpetúan los roles fijados tradicionalmente para mujeres y hombres.

También se fijará en los que establezcan unos estándares de belleza considerados como sinónimo de éxito, los que limiten los objetivos vitales de las mujeres, adecuándolos a patrones estéticos y de belleza, y que en ocasiones afecta a la salud física y psíquica de mujeres adultas y adolescentes.

Además, se pondrá atención en aquellos que presenten el cuerpo como un espacio de imperfecciones que hay que corregir; los que coloquen a las mujeres en una posición de inferioridad y dependencia; que presenten el cuerpo femenino como objeto, esto es, como valor añadido a los atributos de un determinado producto; que promuevan o identifiquen comportamientos emocionales e incontrolables como propios de la mujer; o los que utilicen un lenguaje que excluya a las mujeres, que dificulte su identificación o que las asocie a valoraciones peyorativas.