El mercado, las elecciones, la competencia… ¿Qué ha frustrado realmente el debut de Loterías?

  • El Gobierno asegura que ha frenado en seco el estreno bursátil de Loterías y Apuestas del Estado porque las condiciones del mercado no son las adecuadas. Sin embargo, los expertos aseguran que hay otros motivos ocultos: la cercanía de las elecciones, la presión del PP y la estrategia de los grandes bancos. Una combinación que ha espantado a los inversores.
El Gobierno suspende la salida a Bolsa de Loterías
El Gobierno suspende la salida a Bolsa de Loterías
Ana P. Alarcos

La bolsa española tendrá que esperar para vivir el mayor debut de su historia. Y es que, a falta de tres semanas para empezar a cotizar, el Gobierno ha frenado en seco la puesta de largo de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), una de las empresas públicas más rentables del país.

¿El motivo? Según el Ministerio de Economía, la inestabilidad del mercado y la escasez de confianza de la comunidad inversora, que han impedido al Estado vender la compañía al precio previsto. Sin embargo, muchos expertos creen que hay otras razones ocultas que explican este parón bursátil.

Los cálculos del Gobierno cifraban que el 30% del capital de Loterías, la parte que se pretende privatizar, vale alrededor de 8.000 millones de euros, pero, según las fuentes oficiales, el mercado no estaba dispuesto a poner sobre la mesa esa cantidad.

"Los bancos que han intentado colocar ese tercio de la compañía pública se han encontrado con un obstáculo importante. Los potenciales compradores no querían pagar tanto dinero como quería el Gobierno. La decisión de parar la operación ha sido muy sabia, pero me temo que no hay un solo motivo. Hay más detrás", confiesa José Ramón Iturriaga, uno de los gestores estrella de Abante Asesores.

"El mercado está fatal, esto es indiscutible, pero no está peor que hace tres semanas. En todo caso, está algo más tranquilo", dice un economista que prefiere no ser citado. De hecho, los expertos consultados por lainformacion.com aseguran que ha habido otros factores clave: la proximidad de las elecciones generales, programadas para el 20 de noviembre, la presión del Partido Popular y los celos que Loterías ha despertado en los gigantes financieros, entre ellos Santander y BBVA.

"Dos aspectos básicos del parón han sido la negativa del partido de la oposición y la inseguridad que ha generado a los inversores la posibilidad de que éste llegue al poder y cambie las bases de la operación", puntualiza Gonzalo Gómez Bengoechea, investigador de Economía de IESE Business School.

Lo mismo cree Roberto Zarza, profesor asociado de la Facultad de Economía de la Universidad de Navarra, quien asegura convencido que "la importancia del factor político en la cancelación es más que evidente".

Para ellos, la elevada posibilidad de que el PSOE pierda las elecciones ha generado desconfianza en los inversores mayoristas. Es decir, los grandes fondos de inversión, de pensiones…, que son quienes soportan la mayor parte de cualquier salida a bolsa. 

"Este argumento es muy lógico, porque no se trata de cualquier colocación. Lo de Loterías es una privatización, la mayor que se ha producido en España y la segunda más importante en Europa, y se quería hacer a un mes de las elecciones. Está claro que no se han parado a pensar que los inversores saben perfectamente que un cambio de Gobierno implica muchas cosas", cree Pablo García, director general de Carax.

En concreto, el mercado se cuestiona qué puede pasar si el PP llega al Gobierno y decide, por ejemplo, gravar los premios relacionados con Loterías. "La lotería y la ONCE están exentos de pagar impuestos. Esto significa que, si te toca, no tienes que pagar impuestos. Sin embargo, no ocurre lo mismo si, por ejemplo, ganas un concurso. Ahí si existe un tributo, porque se considera que hay un aumento del patrimonio", expone García, que puntualiza: "ésta solo es una de las cuestiones que pueden cambiar a corto plazo".

Quien también recoge esta percepción es la agencia de noticias Reuters. Según señala, citando a un gestor de fondos americano con sede en Londres, "el atractivo de Loterías es algo que no debería ponerse en duda. Es una compañía que gana mucho dinero (más de 2.500 millones en 2010), sin deudas y que destinará prácticamente todo su beneficio a pagar dividendos a sus accionistas. Pero la inseguridad de un nuevo gobierno puede haber asustado a algunos inversores extranjeros".

Pero aún hay más. La agencia asegura que Santander y BBVA, los dos bancos españoles más implicados en la operación, siempre han visto a Loterías como un rival directo a la hora de captar de capital. Por eso, supuestamente, sólo habrían atraído la atención de aquellos ahorradores que no se ajustaran al perfil de inversor de sus productos (principalmente, depósitos y pagarés).

"La razón que hay detrás es la presión de los bancos involucrados en la operación. Las entidades necesitan capital para reforzar sus balances y Loterías es una competencia clara. Por eso, en principio, los bancos habrían atraído con más interés a los inversores que no se abrirían un depósito en sus oficinas", dice un gestor de fondos de una de las principales instituciones de nuestro país.

Así pues, parece que la bola del mercado no es la única que ha entrado en el sorteo de la salida de bolsa de Loterías. Las elecciones, las reticencias de la oposición y las estrategias de los gigantes financieros también han estado dentro del bombo y, sin ellas, no se hubiera paralizado la mayor OPV de la historia de España.

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