¿Por qué nos atacan los mercados?

  • Las bolsas y los bonos de los países europeos están viviendo su momento más complicado de los últimos cuatro meses. Y todo por los nuevos coletazos de la crisis de deuda, las exigencias que están marcando los inversores a nuestra economía y el fin de los estímulos por parte del Banco Central Europeo. Aún así, los expertos creen que no hemos llegado a los extremos de noviembre.
El Ibex cae un 2,96% y marca su mínimo anual en 7.433 puntos pese a los recortes del Gobierno
El Ibex cae un 2,96% y marca su mínimo anual en 7.433 puntos pese a los recortes del Gobierno
Ana P. Alarcos

El mercado español está sufriendo la mayor presión desde que el Partido Popular llegó al poder. La bolsa está cotizando por debajo de los 7.500 puntos, unos niveles no vistos desde marzo de 2009, mientras que el interés de nuestros bonos a diez años se mueve alrededor del 6%, una cota que no tocaba desde noviembre.

Pero, ¿no habíamos empezado el año con buen pie? ¿A qué responden todos estos castigos? La situación actual se explica con varios motivos. Uno de ellos es que el Banco Central Europeo ha dejado de ayudar al mercado.

En diciembre y en febrero, la máxima autoridad monetaria en la eurozona realizó dos subastas de liquidez de casi un billón de euros para evitar un colapso de los bancos de la región.

Estos estímulos lograron mantener tranquilos a los países periféricos, puesto que las entidades financieras vieron en ellos un buen negocio: cogieron prestado dinero al 1% y lo reinvirtieron después en deuda pública, con la que podían ganar un 4%, un 5%... Pero, desde hace varias semanas, esta ayuda ha perdido fuerza, tal y como se ha comprobado en las recientes subastas del Tesoro Público.

Además, las cuentas españolas están mucho peor de lo previsto. En apenas cuatro meses, han aflorado 2,51 puntos de déficit público (nos hemos saltado el límite del 6% para 2011 al cerrar en el 8,51%), Bruselas se ha negado a relajar el objetivo de este año (del 5,8% que pedimos al 5,3% que finalmente debemos cumplir), el paro ha seguido subiendo y algunas reformas siguen en el aire (como, por ejemplo, la bancaria).

Por si fuera poco, las reformas anunciadas (como la del mercado laboral) tardarán en dar sus frutos y el Gobierno de Mariano Rajoy, que lleva más de 100 días operativo, se ha visto obligado a modificar los Presupuestos Generales del Estado de 2012 en menos de dos semanas. Ahora, los inversores están a la espera de conocer los detalles del recorte de 10.000 millones en Sanidad y Educación que estudia el Ejecutivo.

Pero esta bomba de relojería se complica más si se tienen en cuenta los ingredientes internacionales. En concreto, la crisis de deuda. Y es que, en menos de un mes, el propio gobierno griego ha insinuado que su economía podría necesitar un tercer rescate y los rumores sobre que Portugal requerirá una nueva ronda de ayudas son cada vez más frecuentes.

La suma de todos esos factores es la que ha vuelto a reactivar los temores sobre la supervivencia de la eurozona y, en particular, sobre la capacidad de nuestra economía para cumplir sus compromisos.

Ahora bien, ¿esto quiere decir que estamos peor que en noviembre, la crisis del mercado más reciente? Para los expertos no: piensan que la situación es difícil, pero no tanto como lo era hace medio año.

Prueba de ello es que a pesar de que la rentabilidad del 6% que están marcando los bonos españoles a diez años sigue lejos de los niveles que marcó entonces. "El interés de nuestros bonos ronda el 6%, lo que significa que todavía está un 10% por debajo de los máximos que marcó a finales de noviembre (cuando alcanzó el 6,7%)", recuerda Estefanía Ponte, directora del departamento de economía de Cortal Consors, el bróker online de BNP Paribas.

No obstante, tanto esta experta como la mayoría de los consultados por lainformacion.comno descarta que la cifra se tense más, e incluso que lleguemos a los niveles del 6,5%.

Por otro lado, no debemos olvidar que el anterior shock del mercado fue provocado por la convulsión de Italia, que había logrado escapar de cualquier castigo hasta que el mercado forzó un cambio de Gobierno y el anuncio de un paquete de austeridad multimillonario.

Pero, hasta que se produjeron estos acontecimientos, la presión sobre el país (el tercero más importante de la eurozona) se extendió por toda la región, y se llevó por delante a España.

"Ahora, en cambio, los castigos son porque el mercado sospecha que no vamos a ser capaces de cumplir las exigencias de Bruselas, no que vayamos a suspender pagos. La situación merece una sanción, pero no un estrangulamiento como el de entonces", puntualizan fuentes financieras.

Aun así, los expertos no lanzan campanas al vuelo. Es más, reconocen que la situación es complicada. "Hasta ahora, las reformas no han dado resultados y no estamos dando motivos para que el mercado recupere la confianza en España. Mientras no haya mejoras en las cifras de déficit, de paro, de crecimiento…, vamos a seguir teniendo problemas", cree Pablo García, director general de Carax Alpha Value. Una opinión que comparte Ángel Olea, director de inversiones de Abante Asesores.

Además, no debemos olvidar que si el Ibex cae un 2,5% más desde su nivel actual, perderá la referencia de los 7.250 puntos, el soporte clave que los analistas sitúan como el freno de estos castigos. Si baja de esa barrera, el escenario puede torcerse todavía más, aunque, hasta en ese caso, podríamos agarrarnos a un último salvavidas: que las grandes bolsas mundiales, que se han subido con fuerza este año, eviten el contagio.

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