La bolsa de Nueva York arranca la sesión con una buena bofetada. Las pérdidas del mercado asiático, donde el Nikkei de Tokio ha registrado mínimos desde diciembre, y las penalizaciones que está sufriendo Europa desde primera hora de la mañana han traspasado las fronteras y han calado en el ánimo de los inversores estadounidenses.
En los primeros compases de la sesión, todos los indicadores de Wall Street registran pérdidas superiores al 2%. El Dow Jones de industriales cae un 2,73%, lo que le lleva a perder el nivel de los 10.000 puntos, el S&P 500 retrocede un 2,9%, por lo que baja de 1.050 enteros, y el Nasdaq 100 tecnológico un 2,6%, por lo que se despide de momento de los 1.800 puntos.
Las tensiones políticas entre Corea del Norte y Corea del Sur, los problemas de deuda en Europa y la falta de credibilidad de sus instituciones políticas y la extrema debilidad del euro están pasando factura también al mercado neoyorquino.
Sin embargo, estos recortes no pilla al mercado por sorpresa. Los futuros de los índices norteamericanos ya venían avisando de que se la apertura de la sesión vendría acompañada de los números rojos. Según Bloomberg, a mediodía el S&P caía 28 puntos, mientras el Nasdaq tecnológico retrocedía cerca de 41 puntos y el Dow Jones de industriales se dejaba más de 200 puntos.
Pero una noticia de última hora podría suavizar las pérdidas en Wall Street: el índice de confianza de los consumidores en Estados Unidos elaborado por el instituto Conference Board sube en mayo hasta los 63,3 puntos, seis por encima del registrado en el mes anterior. La cifra es la más elevada de los últimos dos años.
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