Conmoción y llantos en Gran Bretaña ante el cierre de la última mina de carbón

    • Con el cierre de la última mina de carbón en Kellingley, se cierra un capítulo en la historia de Gran Bretaña.
    • Las importaciones procedentes de Rusia y Colombia, además de la impopularidad del carbón en la actual lucha contra el cambio climático, han contribuido a acelerar el cierre de minas de carbón en el país.

Llorando y cabizbajos. Así han abandonado los últimos mineros, el último pozo abierto en las minas de Kellingley antes de la una del mediodía, momento en el que se ha escrito el punto final a 50 años de servicio de la mina y, con ello, a toda un capítulo de la historia británica.

El final fue de película, ensu último turno bajo tierra, hubo lágrimas y se cantó 'Delilah', la canción sobre un asesinato pasional del cantante galés Tom Jones, cuyo padre era minero del carbón.

'Nunca pensé que llegaría este día pero ha llegado, y el tiempo pasa, y deberíamos saberlo, y es cómo es', dijo Stephen Walker, de 50 años, que llevaba 27 en Kellingley, donde un día hubo 2.000 mineros y ahora quedaban 400.

'Me gustaría dar las gracias a mis colegas por su trabajo difícil y su dedicación en tiempos complicados. Como ellos, yo pensaba acabar mi carrera aquí, pero no será posible', dijo el director de la mina, Shaun McLoughlin.

'Es un día triste para todos los que estamos apegados a esta mina. Pero estoy orgulloso de decir que hemos hecho el trabajo de manera profesional y segura', añadió.

Las caras tiznadas, las entradas y salidas de los pozos, la chimenea humeante, y el baile de camiones y carretillas cargadas de carbón, serán pronto un recuerdo lejano en el Reino Unido (y en Europa), ante el empuje de las importaciones de Rusia y Colombia, principalmente, y la impopularidad del carbón en tiempos de lucha contra el cambio climático.

Según el director de la mina, Shaun McLoughlin, es un día triste para todos aquellos que se encuentran apegados a la mina de Kellingley. Ha añadido que, aún así, estaba orgulloso de decir que han hecho un gran trabajo de manera profesional y segura.

'Me gustaría dar las gracias a mis colegas por su trabajo difícil y su dedicación en tiempos complicados. Como ellos, yo pensaba acabar mi carrera aquí, pero no será posible', ha añadido el director de la mina, Shaun McLoughlin.

Debido a la gran cantidad de importaciones procedentes de Rusia y Colombia y la impopularidad del carbón en la actual lucha contra el cambio climático, las imágenes de los rostros de mineros tiznados y de chimeneas humeantes serán archivadas en el recuerdo.Las minas de carbón, símbolos de la Revolución industrial

Las minas de carbón simbolizan la Revolución Industrial que elevó a Reino Unido a ser uno de los países más poderosos y contribuyó a la creación del Imperio británico, por el cierre de la última minade carbón representa el fin de una era en la historia del país. De esta manera, del total de 1.330 minas que había en 1950 y que inspiraron el movimiento sindical ya no queda ninguna.

En 1984-1985 los mineros se transformaron en un símbolo de resistencia para la izquierda tras una huelga de doce meses contra el cierre de minas ordenado por la primera ministra conservadora Margaret Thatcher gracias a la cual lograron su propósito. Posteriormente la industria se recuperó un poco pero continuó su decadencia hasta desembocar en un problema de desempleo crónico.

'Es una vieja ciudad, una ciudad de mineros. Los mineros quieren trabajar, no quieren cobrar el subsidio de desempleo, no quieren ayudas: los muchachos quieren trabajar. Es la muerte de esta ciudad', lamenta Kevin Butler, en el bar de la asociación de mineros de Knottingley, la localidad más próxima a la mina.

Para Keith Poulson, del Sindicato Nacional de Mineros (NUM), la desaparición es motivo de tristeza y frustración. Es absolutamente indignante pensar que vamos a dar la espalda a una mina rentable, a una industria en la que disponemos de una fuerza laboral cualificada para extraer (carbón), y que simplemente vamos a echar el cierre. Es absolutamenente escandaloso', dice indignado.

'Estoy asqueado, como todo el mundo. Es el fin de una época. Esta semana seremos historia, la última mina profunda de Inglaterra. Nuestro país se construyó sobre el carbón, la Revolución Industrial', lamentó Tony Carter, de 52 años, uno de los 450 mineros que aún descendía cada día bajo tierra en busca de la hulla.

'Mi padre era minero. La mayoría de la gente tenía padres mineros, es nuestro patrimonio. Es una vergüenza' que cierre la mina, añadió Carter.

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