Documental "Hija de la laguna" contrasta conciencia ambiental en Perú y Bolivia

  • Una campesina peruana que defiende el medio ambiente contra una multinacional minera en los Andes de Perú y la lucha de una campesina boliviana por trabajar en socavones mineros en Bolivia, son el eje del flamante documental "Hija de la laguna".

La historia llega por primera vez a la pantalla grande bajo la dirección del peruano Ernesto Cabellos y tiene como trasfondo, principalmente, los planes del gigante estadounidense Newmont de vaciar cuatro lagunas naturales y trasladar el agua a lagos artificiales para poder explotar oro en Conga, en la región Cajamarca, Perú, uno de los mayores productores globales del metal rojo.

"El documental se inspira en lo que ocurre en Conga desde 2011, donde movilizaciones campesinas han rodeando la laguna (para impedir que la minera se apodere del agua). Eso me impresionó mucho", aseguró Cabellos a la AFP.

"Hija de la laguna", que se estrena en Perú este jueves, cuenta la historia de Nélida, una campesina que tiene una conexión espiritual con las lagunas, a las que considera como madres, y emprende una lucha por salvarlas de la destrucción.

El cineasta buscó evitar a los "dirigentes vociferantes" que se hicieron conocidos con la protesta: "así encontré a Nélida Ayay, la protagonista, que considera al agua y a la tierra como seres vivientes".

"Me fascinó rescatar esa forma de ver el mundo, no es algo común en Cajamarca, dirigirse al agua como la madre agua. El agua es la sangre de la tierra para ella, eso me resulto inspirador", dijo.

Los planes de Newmont implican una inversión de 4.800 millones de dólares y están suspendidos desde junio 2011, cuando las protestas contra el proyecto dejaron cinco muertos en medio del rechazo del gobierno regional de Cajamarca y de las comunidades campesinas que se oponen al proyecto aurífero y cuprífero Conga por temor a que destruya las fuentes de agua y el medio ambiente.

Pero el documental "Hija de la laguna" es, además, una historia de contrastes, como lo ejemplifica el caso de las campesinas bolivianas que trabajan en minas en Totoral, en San José de Oruro.

"Buscamos en Bolivia comunidades de resistencia minera y encontramos a las mujeres de Totoral, una comunidad sin agua, donde hubo minería de todo tipo", declaró a la AFP la catalana Nuria Frigola Torrent, productora del documental.

"Ahí estuvimos en contacto con mujeres cooperativistas: mujeres que después de mucha lucha han logrado entrar a (trabajar) la mina. Cuando les preguntamos sobre el impacto ambiental, no tenían conciencia de ello", acotó Frigola.

"Para ellas era un logro hacer minería, aunque cobren menos que los hombres. Igual es una rareza que hayan mujeres mineras (en socavones)", señaló la productora.

Guarango, la productora de Cabellos, ha citado al intelectual estadounidense y hoy referente de la contracultura Noam Chomsky, quien ha dicho que el documental le pareció "heartrending" (dolorso) y "highly significant" (altamente significativo).

"Hija de la laguna" no menciona nunca por su nombre a Newmont ni a su socio peruano Yanacocha, con quien explota la mayor mina de oro en América Latina, precisamente en Cajamarca, cerca a las lagunas de Conga.

Cajamarca juega un papel emblemático en el imaginario de los peruanos. Fue en esa ciudad donde en 1532 los españoles al mando de Francisco Pizarro capturaron a Atahualpa, el último inca (emperador) a quien asesinaron tras prometer liberarlo a cambio de un cuarto lleno de oro. El inca cumplió su promesa, Pizarro no.

El documental se estrena este jueves en Perú en medio de gran expectativa en las redes sociales -su trailer se volvió viral- y en la crítica, debido a que recibió financiamiento del ministerio de Cultura del Perú.

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