Mineros polacos intensifican protestas ante planes Gobierno de cerrar minas

Varsovia, 14 ene.- Doce minas polacas están hoy en huelga tras el fracaso de las conversaciones entre el Gobierno y los mineros del carbón, que se oponen a los planes del Ejecutivo de cerrar varias explotaciones de la compañía estatal Kompania Weglowa, la mayor de Polonia y una de las más grandes de Europa.

En las conversaciones fallidas ha participado la primera ministra polaca, la liberal de centro-derecha Ewa Kopacz, que no ha conseguido convencer a los trabajadores de la necesidad de reestructurar la compañía pública para asegurar su supervivencia, tal y como sostiene el Gobierno.

El desencuentro entre mineros y Ejecutivo es por ahora total y el responsable del sindicato Solidaridad, Piotr Duda, ha amenazado con una huelga completa en el sector si no se alcanza un acuerdo en las próximas horas.

Ha llegado a sugerir incluso la posibilidad de extender las protestas a otros colectivos, como el de los empleados del ferrocarril.

"No tenemos ninguna intención de pagar el precio de los errores de gestión cometidos por el actual Gobierno", dijo hoy Duda en declaraciones a la prensa local, donde defendió que la minera estatal puede ser rentable si se gestiona adecuadamente.

"Los mineros sólo quieren un trabajo honesto y poder pagar sus impuestos", aseguró el representante sindical.

Mientras, varios centenares de trabajadores mantienen las protestas bajo tierra, en las galerías de cuatro minas de la Silesia polaca.

Los mineros se oponen a los planes de reestructuración del Gobierno, que prevé cerrar cuatro explotaciones de Kompania Weglowa en la región de Silesia por sus continuas pérdidas provocadas, entre otros factores, por la caída del precio del carbón.

Además, se prevé que una quinta mina de esa compañía, que posee catorce explotaciones en la región, se transfiera a otra empresa controlada por el Estado.

Kompania Weglowa emplea a cerca de 50.000 personas, la mitad de todos los trabajadores del sector minero en Polonia, un país cuyo sistema de generación energética es todavía muy dependiente del carbón.

Según se advierte desde el Gobierno polaco, si el plan de reestructuración no se cumple, la empresa no tendrá más remedio que declararse en quiebra en las próximas semanas, ya que el déficit de caja es de cerca de 600 millones de euros.