"Desafortunadamente hemos tenido que lamentar el fallecimiento de seis personas que están relacionadas con este evento meteorológico", declaró el subsecretario del Interior Mahmoud Aleuy en un nuevo reporte entregado la noche del domingo por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) en Santiago.
Aleuy confirmó la muerte de tres personas, una de ellas una menor de 4 años, en la ciudad de Tocopilla (1.350 km al norte de Santiago), otra en la región de O'Higgins, a 90 km de la capital chilena, y dos más en las regiones de Valparaíso (litoral central) y Coquimbo (norte).
El temporal, acompañado de fuertes vientos de hasta 100 km/h, afectó el centro de Chile desde el sábado y se extendió hacia el norte el domingo, golpeando principalmente la región de Antofagasta, donde las intensas precipitaciones causaron un aluvión de barro y piedras en la ciudad de Tocopilla.
Los tres fallecidos de Tocopilla fueron arrastrados por el aluvión, mientras que dos personas están desaparecidas, 800 fueron evacuadas y un centenar de casas quedaron destruidas, informó la Onemi.
En tanto, la cuprífera Codelco anunció la suspensión de las operaciones de la mina Chuquicamata, una de sus mayores productoras con 339.000 toneladas anuales, ubicada en Antofagasta, mientras que sus otras tres divisiones en esa región operan de manera parcial y con personal reducido.
"Cada una de las divisiones del Distrito Norte activó los protocolos establecidos para este tipo de situaciones", indicó la minera, responsable del 11% de la oferta mundial de cobre.
La presidenta chilena Michelle Bachelet, quien viajará a Tocopilla el lunes, decretó "Estado de Excepción Constitucional" en la región de Antofagasta medida que busca facilitar las acciones preventivas y garantizar la seguridad en la región.
La medida implica que las Fuerzas Armadas tomen el control de la región durante la emergencia.
El gobierno chileno ordenó además "alerta sanitaria" con el fin de reforzar el sistema de salud, la suspensión de las clases en seis de las nueve comunas de Antofagasta.
Las intensas precipitaciones dejaron a nivel nacional más de un millar de damnificados, así como cortes de electricidad en más de 77.000 hogares, según Onemi.
Esta situación sucede a cinco meses de que otro fuerte temporal provocara fuertes lluvias en la región de Atacama, vecina a la de Antofagasta, causando aluviones que arrasaron con poblados y que dejaron 26 muertos y miles de damnificados.
La tempestad causó el sábado las peores marejadas de los últimos 35 años en gran parte del litoral chileno, principalmente en la región de Valparaíso (120 km al oeste de Santiago), donde se registraron oleajes de hasta 10 metros de altura, por lo cual Onemi decretó alerta roja.
El temporal "fue acompañado por un tren de olas simultáneo, que pegó directo y con fuerza en 700 kilómetros de costa de la zona centro-sur", declaró Iván Vidal, jefe de Meteorología de la Armada chilena, a medios locales.
En la región de Valparaíso, donde un hombre que se ahogó en la costa al tratar de rescatar un yate se convirtió en la primera víctima del temporal, se ubican importantes puertos y balnearios turísticos que fueron afectados por el fuerte oleaje que además causó daños en viviendas y locales comerciales ubicados cerca del borde costero.
El metro que une el puerto de Valparaíso con el balneario de Viña del Mar y otras localidades de la zona fue cerrado durante toda la semana "debido a que las fuertes marejadas cubrieron las vías férreas con toneladas de escombros y que inundaron las salas técnicas", informó Andrés Gómez-Lobo, ministro de Transportes.
La marejada afecta al menos a otras tres regiones del norte y centro del país.
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