Turquía: El carbón más mortífero del mundo

  • La tragedia que se cobró la vida de al menos 282 mineros en una mina de lignito en Turquía es sólo una más en una larga lista de accidentes que han convertido el carbón turco en el más caro del mundo, calculado en vidas humanas.

Ilya U. Topper

Estambul, 15 may.- La tragedia que se cobró la vida de al menos 282 mineros en una mina de lignito en Turquía es sólo una más en una larga lista de accidentes que han convertido el carbón turco en el más caro del mundo, calculado en vidas humanas.

"No es un accidente, es un asesinato", han denunciado varios sindicatos, subrayando la falta de medidas de seguridad que, critican, no hace más que empeorar conforme se van privatizando las minas de carbón, antiguamente casi todas públicas.

En Turquía unas 49.000 personas trabajan en más de 700 minas de carbón, según datos de la seguridad social, y según la prensa turca entre 1941 y 2010 alrededor de 3.000 trabajadores del sector han muerto en accidentes laborales.

En términos absolutos en otros países, como China, han muerto en el mismo periodo muchos más mineros, pero si ajustamos la tasa de fallecimientos a las toneladas extraídas las cosas cambian.

Con ese cálculo, Turquía tiene hoy con diferencia la tasa más alta de muertes de obreros en minas de carbón, varias veces superior a la de China y 200 veces por encima de la de Estados Unidos.

Según un estudio del centro de análisis turco TEPAV, una media de 6,5 mineros han muerto por cada millón de toneladas de carbón extraído entre los años 2000 y 2008, aunque según el año, la cifra oscila entre los 2,6 y los 9,2.

Esta tasa se asemeja a la vigente hasta 1930 en Estados Unidos, país donde fue declinando rápidamente hasta llegar al nivel actual de 0,02 muertos.

China mantuvo una tasa similarmente alta, de entre 4 y 6, hasta bien entrado el siglo XXI, pero ha conseguido reducirla en los últimos años y en 2009 se situó por primera vez por debajo de 1.

India alcanzó este nivel ya en 1980, y actualmente mantiene una tasa un poco por encima del 0,2, similar a la de otro país minero, Sudáfrica.

En otras palabras, el carbón turco se cobra treinta veces más vidas, por unidad de peso, que el indio o el sudafricano, a pesar de que Turquía se sitúa muy por encima de ambos países en el Índice de Desarrollo Humano y de que su renta per cápita triplica a la de la India.

Pero también dentro de Turquía hay enormes diferencias en la mortalidad: las minas en manos privadas son seis veces más peligrosas que las que son explotadas por compañías públicas.

Así lo evidencia un estudio realizado en 2010 por el Colegio de Ingenieros y Arquitectos (TMMOB), que compara los accidentes ocurridos entre 2000 y 2008 en la cuenca de Zonguldak, donde se concentran prácticamente todas las minas de carbón turcas.

Mientras la tasa de muertes por millón de toneladas oscila alrededor de 3,5 en las minas públicas, supera las 20 en las privadas.

En 2007, las explotaciones privadas apenas producían la octava parte del carbón extraído, pero gracias al programa de privatizaciones y subcontratas, llegaron a representar la mitad en 2013.

Turquía produce anualmente unas 85 millones de toneladas de carbón, de las que 70 millones son lignito.

El 90 por ciento del lignito se explota en minas a cielo abierto, pero Soma forma parte de las pocas regiones donde esta materia prima se extrae de pozos de cientos de metros de profundidad, con un riesgo similar al de las minas de Zonguldak, que son de carbón propiamente dicho.

El presidente del TMMOB, Mehmet Soganci, señaló a Efe que la catástrofe de Soma era perfectamente previsible.

"Hace ya dos años que advertimos de que una tragedia así iba a ocurrir. Lo sabíamos, porque no hay seguridad. No sólo las minas se han privatizado, sino también la supervisión. Todos trabajan con subcontratas y el control público es cero", denunció Soganci.

"Lo vimos venir", denunció también un diputado de Manisa, Özgür Özel, adscrito al partido opositor CHP, que el año pasado pidió en el Parlamento formar una comisión para investigar los frecuentes accidentes en las minas de Soma, que cada año causan decenas de heridos y algunos muertos.

El CHP obtuvo el respaldo de los otros dos partidos de la oposición, pero el AKP, en el poder desde 2002, rechazó la propuesta el 29 de abril pasado, informa el diario Bianet.

"Hace unos cuantos años, con una tecnología mucho más rudimentaria, pero con las minas gestionadas por el Estado, ocurrían menos accidentes. Hay un 'boom' de desgracias desde que empezó la privatización y se acabó el control público", aseguró Soganci.

Pasó casi inadvertido otro accidente que tuvo lugar ayer mismo en una mina de carbón de Zonguldak, abierta sin licencia, en el que un obrero murió por un desprendimiento de rocas.

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