La nueva aventura empresarial de los fundadores de Vueling, Carlos Muñoz y Lázaro Ros, despegará el miércoles, cuando se presente en sociedad Volotea.
La compañía tendrá su sede corporativa en Barcelona, según ha podido confirmar lainformacion.com, y podría ocupar el vacío dejado por Spanair.
Se trata del nacimiento de la primera aerolínea española después de la quiebra del grupo presidido por Ferrán Soriano, aunque será una compañía mucho más pequeña por número de aviones.
"De momento sólo contamos con un avión, concretamente un Boeing 717, pero nuestra intención es aumentar la flota con el tiempo", aseguran fuentes de Volotea.
El crecimiento al que apuntan desde la compañía podría ser una válvula de escape para los más de 4.000 empleados de Spanair, sumidos en un ERE anunciado por la empresa el pasado 30 de enero.
Volotea cuenta con el apoyo económico de tres fondos de capital riesgo, Corpfin Capital, Axis y CCMP.
Un modelo de negocio por el que ya apostaron en su día los fundadores de Vueling, con Apax Partners, Inversiones Hemisferio (Grupo Planeta) y V.A. American Investors como accionistas de referencia.
El morbo sobre la nueva aerolínea está servido. El motivo son precisamente Carlos Muñoz y Lázaro Ros, con probada experiencia en el sector, tras afianzar Vueling, y después de protestar reiteradamente contra las ayudas públicas recibidas por Spanair.
Ahora podrían ocupar una parte del espacio que deja la aerolínea presidida por Soriano. Y quizás también puedan necesitar ayudas en el futuro.
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