Una gigantesca bolsa de gas podría resolver los problemas financieros de Chipre para siempre

    • Los yacimientos de gas descubiertos en 2012 superan en cuatro veces el valor total del PIB.
    • La explotación enfrenta a los chipriotas con los turcos, que quieren su parte del 'tesoro'.
Un tanquero de gas, atracado en un puerto europeo.
Un tanquero de gas, atracado en un puerto europeo.
lainformacion.com

A principios de 2012 el gobierno de Chipre hizo un anuncio fantástico: había descubierto un gran yacimiento de gas dentro de sus aguas territoriales. El país entero se puso a soñar: ¿lograrían la autosuficiencia energética?

Solo una de las secciones de los yacimientos podía contener reservas estimadas en casi 200.000 millones de metros cúbicos de metano puro. Y el total podría ascender a más de 2 billones de metros cúbicos de gas, cuyo valor de mercado aproximado es de unos 100.000 millones de dólares. Muchos se frotaron los ojos: esa cantidad era cuatro veces mayor que el PIB total del país, 24.690 millones de dólares. La explotación del ese yacimiento de gas arreglaría muchos de los problemas económicos de la isla,

Un año después se lo siguen frotando, pero para secar las lágrimas: el gas sigue atrapado bajo tierra mientras Chipre vive uno de los peores momentos económicos de la historia. ¿Por qué es tan difícil explotar ese tesoro?Nuevos problemas diplomáticos

En primer lugar, hay que solucionar ciertos detalles geográficos: la isla de Chipre está a 113 kilómetros de las costas turcas. Según los tratados de derecho marítimo, ambos países comparten la custodia de esas aguas a partes iguales. Además, los otomanos reclaman su parte del pastel: los turco-chipriotas ocupan el tercio septentrional de la isla desde la invasión turca de 1974.

De modo que, ¿de quién son los yacimientos submarinos?

Cuando se descubrieron los yacimientos, Turquía se apresuró en amenazar con bloquear a las multinacionales que quisieran participar en los proyectos de ese país. Sin embargo eso no ha frenado a varias compañías como Eni, Kogas y Total, que ya han firmado acuerdos con el Gobierno chipriota para explorar y explotar varios yacimientos. Es un tesoro demasiado apetitoso como para ignorarlo.

Líbano también está preocupado por proteger sus propios intereses en la región, que pueden verse afectados por la proximidad de las explotaciones chipriotas a sus aguas territoriales.

Y por último entra en escena la Unión Europea. Una de las aspiraciones de la UE es que Chipre se convierta en un proveedor principal de energía. De este modo dependeríamos menos del gas ruso. Chipre ya ha hablado con Israel para construir plantas de gas y tuberías que transporten el gas al continente europeo, a través de una sinuosa red de gaseoductos, algo que no le hace gracia a Rusia, ya que competiría con sus gaseoductos.¿Es el gas la solución a la crisis económica?

Pese a que el gas arreglaría los problemas financieros de Chipre, las primeras extracciones no se llevarían a cabo hasta 2018. La isla no puede contar con estos recursos para sus operaciones a corto plazo a menos que sea capaz de negociar con futuros contratos de extracción y suministro.

Teniendo ese tesoro bajo tierra, ¿cómo sacarle partido? El Gobierno chipriota está estudiando la posibilidad de emitir bonos sobre sus futuros beneficios derivados de la venta de gas. Con ello podría compensar de alguna manera a los depositantes afectados por la quita y hasta podría conseguir aumentar la liquidez de las maltrechas arcas del Estado.

Chipre a día de hoy no cuenta con las herramientas necesarias para extraer el gas y obtener un beneficio inmediato. Está obligado a hacer concesiones a las multinacionales para asegurarse de que las explotaciones comiencen a funcionar en poco tiempo.

La apuesta es arriesgada debido a la complejidad del proyecto. Pero, sin duda, el gas es la mejor (casi única) baza que tiene Chipre a largo plazo para volver a disfrutar de la estabilidad económica de antaño.

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