En punto álgido el conflicto político angloargentino por Malvinas

  • El enfrentamiento político y diplomático entre el Reino Unido y Argentina por la soberanía de las islas Malvinas o Falklands está en un punto álgido, cuando se van a cumplir 31 años de la guerra que libraron en el Atlántico Sur.

Londres, 5 mar.- El enfrentamiento político y diplomático entre el Reino Unido y Argentina por la soberanía de las islas Malvinas o Falklands está en un punto álgido, cuando se van a cumplir 31 años de la guerra que libraron en el Atlántico Sur.

Apenas 3.000 habitantes viven en este archipiélago, de 11.718 kilómetros cuadrados y situado a más de 12.500 kilómetros de distancia del Reino Unido y a unos 700 de las costas del sur de Argentina, y también cercano a la Antártida.

El conflicto bélico empezó el 2 de abril de 1982, al ordenar el entonces general Leopoldo Galtieri, presidente de la Junta Militar argentina, la ocupación de las islas, reclamadas por Buenos Aires desde 1833.

La guerra, que causó la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y tres isleños, finalizó el 14 de junio de 1982 con la rendición argentina.

Respaldado por la resolución 502 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el 3 de abril, que exigía la inmediata suspensión de las hostilidades y la retirada de las tropas argentinas, el Reino Unido empezó a movilizar a sus militares al archipiélago hasta reunir 27.000 soldados, que el 1 de mayo iniciaron los combates.

La derrota en ese conflicto acabó políticamente con la dictadura de los generales en Argentina, pues el 18 de junio, cuatro días después de la rendición, Galtieri fue destituido y Reynaldo Bignone, que le sustituyó, entreabrió la puerta a la democracia, que llegaría en octubre de 1983.

Con la recién estrenada democracia en Argentina, presidida por Raúl Alfonsín, la tensión entre las dos naciones se fue reduciendo.

Su sucesor, el peronista Carlos Menem, impulsó las negociaciones para restablecer las relaciones diplomáticas, rotas por la primera ministra británica, Margaret Thatcher, el mismo día de la invasión argentina.

Finalmente, las relaciones se restablecieron en febrero de 1990, tras varios días de conversaciones en Madrid, con la condición de que la soberanía de las Malvinas quedara a un lado.

En virtud de esas negociaciones, la soberanía quedó bajo la llamada fórmula del "paraguas", que significaba que las dos partes abordarían asuntos bilaterales menos el contencioso territorial.

Todos los años, el Comité de Descolonización de la ONU pide a los dos países dialogar para resolver la disputa de manera pacífica.

Argentina, sin embargo, considera "irrenunciables e indeclinables" sus derechos soberanos, mientras que el Reino Unido se niega a negociar sobre la soberanía.

Desde entonces, estos son algunos hechos destacados:

- En marzo de 2007, el Gobierno de Néstor Kirchner dio por concluido el acuerdo de cooperación suscrito entre ambas naciones en 1995 para la explotación de los hidrocarburos en las Malvinas.

- En diciembre de 2011, los países que conformaban entonces el Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) acordaron impedir que barcos con bandera de las Malvinas ingresaran en sus puertos.

- En 2009, los dos países en disputa acordaron que familiares de fallecidos argentinos en el conflicto bélico pudieran inaugurar en las Malvinas un monumento de homenaje a los caídos.

- En 2010, la presidenta argentina, Cristina Fernández, prometió dar "una batalla profunda, cultural, diplomática y política en todos los frentes" para recobrar la soberanía de las islas.

- En 2012, conflicto comercial iniciado por Argentina contra intereses británicos en respuesta a la explotación de los recursos petroleros en el archipiélago malvinense.

Argentina acusó a Londres de "depredar" los recursos naturales de las islas, y anunció "acciones administrativas, civiles y penales" en tribunales locales e internacionales contra petroleras que participaran en la explotación, que consideró "ilegítima".

El primer ministro británico, David Cameron, consideró que la exploración de hidrocarburos es una acción "comercial legítima" de los isleños.

Además, Cameron envió a las islas el "HMS Dauntless", el destructor más moderno de la Marina británica, mientras el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono, fue enviado a las islas como parte de su instrucción militar.

Esas dos decisiones fueron consideradas por Argentina como actos de "provocación".

Argentina acusó al Reino Unido en el Consejo de Seguridad de la ONU de militarizar el Atlántico Sur al enviar a un moderno destructor, algo rechazado por Londres.

El 12 de junio de 2012, dos días antes de que se cumplieran los 30 años del final de la guerra, el presidente de la Asamblea autónoma de las Malvinas, Gavin Short, anunció en Puerto Stanley que en 2013 se celebraría un referéndum sobre el "estatus político" de las islas, que finalmente será el 10 y 11 de marzo.

- En 2013, el canciller argentino, Héctor Timerman, dijo el 4 de febrero en Londres que el "referéndum de autodeterminación no se aplica a las Malvinas. No se trata de personas colonizadas, se trata de un territorio colonizado, y ni un solo país en el mundo reconoce la soberanía del Reino Unido en las islas".

El ministro de Exteriores británico, William Hague, afirmó en una entrevista con el diario argentino "Clarín" divulgada el 10 de febrero de 2013 que su país "no puede negociar sobre la soberanía, salvo que los isleños quieran", y manifestó que la postura del Gobierno argentino es "contraproducente al diálogo".

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, confirmó el 25 de febrero pasado en Londres que su Gobierno "no se posicionará" sobre la soberanía de las Malvinas aunque reconoce "la administración de facto" por parte del Reino Unido, y urgió "una solución pacífica" al contencioso.

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