Irán acusa a Arabia Saudí de oponerse a su intento de rebajar tensiones en la región

  • Irán exigió este miércoles a Arabia Saudita que deje de oponerse a sus "esfuerzos" para lograr a paz, en un momento en que la comunidad internacional trata de calmar la creciente tensión en Oriente Medio entre países sunitas y chiitas.

"Desde hace dos años y medio Arabia Saudí se opone a los esfuerzos de la diplomacia iraní" y "debe abandonar esa tendencia a crear tensiones", declaró el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif.

En particular, Zarif aludió al acuerdo nuclear concluido en julio entre Irán y las grandes potencias, al que Riad se opuso, en línea con "el régimen sionista" de Israel.

Irán siempre "ha buscado la paz y la comprensión con sus vecinos" sin "tratar de crear tensiones", afirmó en una rueda de prensa con su homólogo iraquí, Ibrahim al-Jaafari, de visita a Teherán.

Este último indicó que Irak, "que mantiene buenas relaciones con Irán y con los países árabes", trabajaba para rebajar las tensiones entre Riad y Teherán, para no "embarcar a la región en una guerra que no tendría vencedores". "Debemos buscar la unidad", insistió.

La ejecución el sábado en Arabia Saudí de un clérigo chiita ha despertado la indignación de esa comunidad religiosa, la mayoritaria en Irán, elevando las tensiones entre países sunitas y chiitas en toda la región.

Pocas horas después de su muerte, cientos de manifestantes enfurecidos destruyeron parte de la embajada de Arabia Saudí en Teherán y de su consulado en Mashhad (noreste).

Esos actos "no son aceptables de ninguna manera", aseguró Zarif, recordando que esa era la postura de "todos los responsables iraníes".

Tras los ataques contra sus representaciones diplomáticas, Riad decidió romper relaciones con Irán y le siguieron Sudán y Baréin. Emiratos Árabes redujo sus relaciones diplomáticas con Teherán y Kuwait convocó a su embajador en Irán.

Este miércoles, también Catar retiró a su embajador ante Teherán. "El ministerio de Relaciones Exteriores catarí retiró a su actual embajador en Teherán tras los ataques contra la embajada del Reino de Arabia Saudí en esta ciudad y su consulado en Mashad", declaró el director del ministerio, Jalid bin Ibrahim Al Hamar, citado por la agencia de noticias oficial catarí.

Pocas horas después del ataque contra la embajada y el consulado, el presidente iraní Hasan Rohani criticó esta violencia "totalmente injustificada", no obstante el martes acusó a Arabia Saudita de centrar la atención en el incidente diplomático para "tapar su crimen" en la ejecución de Nimr.

Rohani escribió este miércoles al máximo responsable de la justicia en Irán pidiéndole que haya un juicio rápido y concluyente contra unas 50 personas acusadas de haber participado en el ataque contra la embajada.

La comunidad internacional teme que esta escalada acentúe los conflictos en Oriente Medio. Washington, Moscú y los países europeos han llamado a la calma a ambas potencias regionales (Irán, chiita y Arabia Saudí, sunita).

Según John Kirby, portavoz del departamento de Estado estadounidense, son "necesarios el diálogo y la implicación" debido a que en Oriente Medio "queda mucho trabajo por hacer" y es necesario "trabajar juntos y unidos" en los otros problemas que afectan al conjunto de la región.

La cooperación entre Riad y Teherán es crucial para resolver dos conflictos: el de Siria, donde Irán y Rusia apoyan a Bashar al Asad, mientras Arabia Saudí respalda a la oposición, y en Yemen, donde el reino saudí encabeza una coalición árabe de apoyo al gobierno yemení contra los rebeldes chiitas hutíes apoyados por la República Islámica.

En el plano económico, la crisis diplomática entre los dos países, ambos grandes exportadores de petróleo, está afectando a los precios del crudo. El barril de Brent cayó el miércoles por debajo de los 35 dólares por primera vez desde mediados de 2004.

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