Hacienda no perdona una fiesta: ahora pone en su punto de mira la Feria de Abril

    • Tras rastrear posibles fraudes en las Fallas y en las Cofradías de Semana Santa, la Agencia Tributaria apunta ahora a las casetas de la Feria de Abril de Sevilla
    • Hacienda atribuye estas actuaciones a un fortalecimiento de los controles presenciales, aunque no falta quién habla de "actuaciones mediáticas"

Una caseta de la Feria de Abril de Sevilla.
Una caseta de la Feria de Abril de Sevilla.

Un operativo de cerca de una veintena de profesionales de la Agencia Tributaria de Sevilla se infiltrará durante las próximas dos semanas en el recinto donde se celebra la popular Feria de Abril de la ciudad para garantizar que las tradicionales casetas no sólo proporcionan a sus visitantes la diversión que buscan sino que lo hacen cumpliendo escrupulosamente con sus obligaciones fiscales.

Existen dudas razonables al respecto. El año pasado el brazo ejecutor de la Hacienda Pública fiscalizó por primera vez en lustros las actividades desarrolladas en torno a la popular feria sevillana y se encontró con irregularidades en el 28% de las casetas inspeccionadas.

"No es que el nivel de fraude encontrado fuera grande, ni siquiera grandísimo, es que era extraordinario", ilustra una fuente de los Inspectores de Hacienda del Estado.

Los resultados de la fiscalización de 2012 han llevado a la Agencia a perfeccionar el dispositivo de este año. Si el año pasado el periodo investigado fueron los cinco días de feria y, concretamente, la actividad hostelera desarrollada en ese periodo.

Este año, la investigación será más amplia. Alcanzará dos semanas, incluyendo los días previos y los días inmediatamente posteriores a la celebración de la Feria y los agentes tributarios no sólo vigilarán las ventas de las casetas, sino el cumplimiento de las obligaciones tributarias y sociales por parte de las empresas que montan y gestionan las casetas. Algo que nunca antes se había hecho.

Adiós a la impunidad

La Agencia Tributaria ha venido a romper, ya desde el año pasado, una suerte de acuerdo tácito que existía en torno a las festividades más emblemáticas que se celebran en España y que parecía situarlas al margen del radio de acción de las autoridades fiscales.

En palabras de uno de los inspectores de Hacienda consultados, muchas celebraciones dan lugar a la constitución de auténticos paraísos fiscales, en los que pareciera que el cumplimiento de las obligaciones normales quedara suspendida durante unos días.

Todo cambió a raíz de un párrafo del Plan de Control Tributario de 2012 que instaba a estrechar la vigilancia sobre las prácticas defraudatorias que generaran especial alarma social.

A lomos de esa instrucción, las delegaciones territoriales de la Agencia Tributaria se han lanzado a la fiscalización de los principales acontecimientos festivos del país.

Según el inventario recabado por lainformacion.com de cinco fuentes diferentes de la Agencia Tributaria, los tentáculos de la Inspección han alcanzado en los últimos doce meses a la Feria de Abril, la actividad de las Cofradías en Semana Santa, los Carnavales de Cádiz, la Feria de Málaga y las Fallas.

Lo han hecho encontrándose en no pocas ocasiones con el rechazo de la sociedad e incluso de las autoridades políticas locales. El caso más significativo ha sido el de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que denunció la "absoluta insensibilidad" de las autoridades de Hacienda por investigar las prácticas de algunas comisiones falleras en plena celebración de las Fallas.

La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado, por el contrario, apoya la iniciativa de la Agencia Tributaria. "Se había instalado una cierta sensación de impunidad y era necesario atajar unas conductas defraudatorias que eran casi sociales", subraya el presidente del colectivo, Ramsés Pérez Boga.

Investigaciones de telediario

Dentro de la Agencia Tributaria hay una corriente de opinión algo más crítica con esta línea de actuación.

Por un lado, cuestionan su efectividad real a la hora de aflorar un volumen significativo de fraude y se preguntan si los recursos que se emplean en estas actuaciones tan visibles no estarían mejor empleados investigando otro tipo de cuestiones.

Por otro, insinúan que estas actuaciones responden a un interés puramente mediático, a una voluntad de limpiar el expediente de cara a la opinión pública después de algunas actuaciones poco edificantes, como la amnistía fiscal.

"Es difícil de entender que se persiga el fraude en cómo se financia un paso de Semana Santa o en cómo tributa el que pinta una falla en Valencia, cuando se acaba de hacer una amnistía fiscal", señala un inspector de Hacienda.

La Asociación de Inspectores de Hacienda acepta sólo parte de esa argumentación. "El volumen de fraude aflorado puede no resultar muy alto, pero lo que se busca es el efecto inducido de generar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y eso es bueno", resalta Pérez Boga.

La Agencia Tributaria también rechaza intenciones mediáticas. "Desde el principio hemos apostado por reforzar las inspecciones presenciales sobre contribuyentes, por salir a la calle y ahí están los datos. En 2011 se hicieron 8.600 inspecciones de este tipo, en 2012 estaban previstas 12.000 y hemos realizado 14.300". Eso es un 66% más.

Mostrar comentarios