La receta fiscal de la troika para Grecia: menos IRPF y más impuestos a empresas

El Parlamento griego vota hoy la nueva ley tributaria, mediante la que el Gobierno tripartito de Andonis Samarás pretende aumentar la recaudación este año en unos 2.500 millones de euros y que forma parte del paquete de medidas exigidas por la troika que supervisa la política económica de Grecia.

El paquete fiscal planteado por el Ejecutivo heleno afecta a prácticamente todos los rincones del marco fiscal del país.

En el Impuesto sobre la Renta, los ocho tipos sobre los que se establecía la base impositiva quedarán reducidos a tres.

De aprobarse la reforma, las rentas inferiores a 25.000 euros anuales tributarían un 22 % de sus ingresos (hasta ahora tributaban en una horquilla de entre el 18% y el 26%); entre esa cantidad y 42.000 euros lo harían al 32 (ahora lo hacen entre el 26% y el 38%) y mientras que a las rentas más altas se les aplicaría un tipo del 42% (entre el 38% y el 45% en el marco fiscal actual).

Según los analistas, el nuevo sistema penaliza sobre todo los ingresos medios, así como a los autónomos y a los agricultores, que no podrán beneficiarse ya de exenciones fiscales y cotizarán como autónomos, informa Efe.

El impuesto sobre los beneficios empresariales se elevará del 20 % al 26 %, si bien se suavizaría la tributación sobre los dividendos repartidos por las empresas que caería del 25 % al 10 %.

También se reducirá el impuesto sobre las rentas derivadas de propiedades del 40 % al 32,8 %.

Durante la primera jornada de debate ayer, el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, acusó a la oposición de carecer de políticas concretas y de proponer cosas que provocarían la bancarrota inmediata del país.

Sturnaras rechazó además varias enmiendas presentadas por el partido de la izquierda moderada Dimar, socio del tripartito, a favor de contribuyentes con ingresos medios y bajos, con el argumento de que estas medidas estimularían la evasión fiscal y aumentaría los gastos de 1.000 millones de euros.

"En vísperas de la reunión de la zona del euro y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que darán su visto bueno para la entrega de un tramo de 5.000 millones de euros, no podemos añadir gastos por valor de 1.000 millones de euros", sostuvo Sturnaras.